Las y los periodistas detenidos el miércoles pasado por orden de la Fiscalía General de Diyarbakir (ku. Amed) están recluidos en celdas de aislamiento en el departamento antiterrorista de la policía. Además, no está claro de qué se los acusa. El expediente está clasificado como secreto, e incluso los abogados no tienen acceso a él.

Las y los colegas de los periodistas detenidos ven la operación como un intento de silenciar a los medios libres en Turquía y de impedir que se informe sobre la guerra en Kurdistán. La asociación de periodistas TGC (Türkiye Gazeteciler Cemiyeti) condenó las detenciones de trabajadores de medios kurdos como una restricción a la libertad de información en el período previo a las elecciones presidenciales y parlamentarias de Turquía. La asociación indicó que la operación era un ejemplo de los esfuerzos para igualar el mundo de los medios y solo permitir reportajes progubernamentales. El gobierno debe finalmente entender que el periodismo no es un delito, advirtió el TGC, subrayando que "en un país sin libertad de información y libertad de prensa, no puede haber democracia".

Los 20 periodistas detenidos son los siguientes: Serdar Altan (copresidente de la Asociación de Periodistas DicleFirat, DFG), Safiye Alagaş (directora de la agencia de noticias exclusivamente femenina JinNews), Gülşen Koçuk (editora de JinNews), Aziz Oruç (editora de la agencia de noticias Mezopotamya, MA), Ömer Çelik, Suat Doğuhan, Ramazan Geciken, Berivan Karatorak, Esmer Tunç, Neşe Toprak, Zeynel Abidin Bulut, Mazlum Doğan Güler, Mehmet Şahin, Elif Üngür, Ibrahim Koyuncu, Remziye Temel, Mehmet Yalçın y Abdurrahman Öncü.

En la misma investigación, Feynaz Koçuk fue detenido en Gebze, en el oeste de Turquía.