La periodista Gülistan Dursun, la reportera de la Agencia de Noticias Etkin (ETHA) Pınar Gayıp y la reportera del periódico Lucha Unida Serpil Ünal, fueron puestas en prisión preventiva por participar en la protesta en la plaza Şişhane en Beyoğlu, Estambul, el 21 de diciembre, donde se exigía justicia por la periodista Nazım Daştan y el periodista Cihan Bilgin, asesinados por un ataque con drones mientras cubría un evento en el norte y el este de Siria.
Las tres periodistas estuvieron detenidas en la prisión cerrada de mujeres de Bakırköy, pero fueron deportadas a la prisión cerrada de Mármara después de ser sacadas de su pabellón y decirles que las llevarían a la enfermería.
Según informes, la administración penitenciaria ni siquiera permitió a las periodistas presas recoger sus pertenencias ni informar a sus familias, quiénes sólo logarron saber sobre el traslado por las demás presas del pabellón que lo comunicaron por teléfono a sus familias.