En Turquía, al menos 16 mujeres fueron asesinadas por hombres cercanos a ellas en el mes de abril, y otras 14 murieron en circunstancias sospechosas. Así se desprende del último recuento de feminicidios realizado por la plataforma Vamos a parar los feminicidios (tr. Kadın Cinayetlerini Durduracağız). El informe de la organización de derechos de la mujer con sede en Estambul contiene datos sobre todos los asesinatos de mujeres registrados por la policía o publicados en los medios de comunicación. El número de casos no denunciados es probablemente mayor. KCDP señala que numerosas mujeres apenas han sobrevivido a un intento de feminicidio.
“En once casos no se pudo determinar el trasfondo de los asesinatos. Cinco mujeres fueron asesinadas porque querían divorciarse, se negaban a reconciliarse o a casarse con sus parejas, o rechazaban las relaciones sexuales. Fueron asesinadas porque querían decidir su propio destino”, dice el informe. Los asesinos eran maridos en ocho casos y conocidos o familiares masculinos, como hermanos y padres, o ex parejas en otros seis. En dos feminicidios no se pudo determinar la relación entre el autor y la víctima. El nuevo informe de KCDP también reitera que las mujeres son las menos seguras en sus propios hogares: siete de las mujeres asesinadas por hombres en Turquía en el mes anterior fueron asesinadas en sus casas.
El hecho de que los motivos en 11 casos de asesinato no estén claros es atribuido de nuevo por la plataforma al hecho de que la violencia patriarcal y el feminicidio están invisibilizados en Turquía: “Mientras no se establezca por quién y por qué se asesina a las mujeres, mientras no haya juicios justos, mientras los autores no reciban castigos disuasorios y mientras no se apliquen medidas preventivas, la violencia continuará”. Además, la organización advierte de que cada vez más casos de feminicidio son declarados suicidios. El suicidio, dice, es cada vez más “una tapadera del feminicidio”, especialmente desde el estallido de la pandemia del coronavirus y el consiguiente aumento de la violencia patriarcal y doméstica. La organización pide mayores investigaciones por parte de las autoridades y de la comunidad circundante cuando un feminicidio sea clasificado como suicidio.