Se despidieron los restos de la combatiente latinoamericana de las YPJ Alina Sánchez (Lêgerîn Çiya) que perdió su vida en un accidente de tráfico en Heseke hace un mes.

Además de los miembros de la Administración Autónoma Democrática, un gran número de personas se unieron a la despedida en Derik, acompañando su ataúd desde el Hospital Weteni al cementerio en su último viaje.

El funeral en el cementerio comenzó con una ceremonia militar. Luego habló después, en nombre de la brigada internacionalista, Paramaz Hesinkar y Çiyager, quienes expresaron sus condolencias a la familia la mártir de las YPJ que -recordaban- luchó por la coexistencia de los pueblos durante toda su vida.

La miembro del Centro de Jineología (Ciencia de la Mujer), Ronahî Sozdar, recordó a su amiga al señalar su lucha por la libertad, diciendo que Légerîn había prometido proteger el honor de toda la humanidad, recordó también que Alina era ejemplo de compañerismo, y que siempre alentaba a sus compañeros a seguir aguantando, a pesar de todo, la lucha. Se la recordó también como una persona que expresaba todos los valores revolucionarios de su lucha, y que entendía la importancia de trabajar junto a  las compañeras para liberarse de la opresión y alejar a las mujeres de la sumisión y el patriarcado.

Tras los discursos, la Asamblea de Familias de Mártires anunció el martirio de las combatientes de YPJ Sûzan Umer (Sarîna Zagros) y Evîn Mihemed (Alîf Dêrsim) en la Resistencia de la Era.

Luego de los discursos, Lêgerîn Çiya fue sepultada.