Ayşe Acar Başaran, portavoz de la Asamblea de Mujeres del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), celebró una conferencia de prensa en la sede de su partido para evaluar los desarrollos en la agenda.

Başaran también habló sobre la sentencia de 30 años de prisión de la portavoz de TJA, Ayşe Gökkan, el colapso económico y las conversaciones presupuestarias con las mujeres.

Tras señalar que se ha celebrado la audiencia final en el caso de la masacre de Suruç, Başaran indicó: “Los autores de todas las masacres cometidas bajo políticas de impunidad han sido declarados inocentes. Queremos enfatizar una vez más que no renunciaremos a la lucha por la justicia. Continuaremos luchando por ella contra aquellos que estuvieron involucrados en la atrocidad, así como contra los criminales”.

"El poder turco y el estado protegen a los asesinos"

Al afirmar que el feminicidio y la violencia contra las mujeres continúan, Başaran siguió sus palabras de la siguiente manera:

“Conocemos los datos de lo representado en público y cubierto por la prensa ya que el Ministerio de Familia y Políticas Sociales, lamentablemente, no da a conocer las estadísticas. Según los informes y las organizaciones, 234 mujeres fueron asesinadas en los primeros diez meses de 2021. En el dormitorio de KYK en İzmir, a las mujeres se les prohibió usar pijamas porque los hombres se sentían incómodos. En Diyarbakır, cuando una niña dejó la escuela para irse a casa, fue abusada sexualmente por un hombre llamado VB y, por supuesto, como de costumbre, el abusador ha sido liberado como otros perpetradores porque no hubo ´contacto´, como decidió el poder judicial que siempre protege a los hombres.

A pesar de sus problemas de salud, Mevlüde Akgün, quien actuó en defensa propia, no ha sido liberada de prisión. El Tribunal Supremo conoció el caso de Çilem Doğan, quien fue agredida sistemáticamente y buscado reiteradamente beneficios en virtud de la Ley núm. 6284. Çilem Doğan recibió una sentencia de 15 años. El poder judicial no nos sorprendió una vez más. Çilem Doğan solicitó que se mantuviera la sentencia. Mantenemos afirmar que el poder judicial es una institución sexista y dominada por hombres. Desde su sistema militar hasta el judicial, el estado se ha vuelto dominado por hombres y se ha vuelto contra las mujeres.

No abandonaremos este contrato que protege a las mujeres de las fuerzas misóginas y la brutalidad. Trabajaremos para evitar que éstas se vuelvan más vulnerables y se vean atrapadas en el ciclo de abuso. Recientemente, el Parlamento moldavo aprobó el Convenio de Estambul. Ésta es una convención comúnmente aceptada. No renunciaremos a la Convención de Estambul, ya sea en los campos, plazas o plataformas parlamentarias. Seguiremos luchando por su implementación".