El político kurdo Lezgin Botan dijo a ANF que la decisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de poner fin a la lucha armada y disolverse era el comienzo de una nueva fase histórica que podría allanar el camino para la paz en Turquía y Oriente Próximo.

Botan señaló que este avance se produjo en respuesta al llamado del Sr. Öcalan y enfatizó que el proceso debe considerarse una oportunidad histórica.

Botan declaró: “El PKK ha puesto fin a 47 años de lucha armada. Este paso constituye una importante iniciativa de paz liderada por el Sr. Öcalan. Además, ha tenido repercusión internacional. Ha surgido una nueva oportunidad que podría abrir la puerta a la transformación democrática en Turquía”.

Afirmó que el pueblo kurdo, a través de todas sus instituciones y estructuras políticas, ha respondido positivamente a esta decisión y ahora se centra en los pasos que dará el Estado turco: “La parte kurda ha hecho su sacrificio. Ahora las expectativas del Estado son altas. Si este proceso se prolonga de nuevo en el tiempo y se convierte en tácticas dilatorias y eliminatorias, como ocurrió en el pasado, la gente no lo aceptará. Porque el pueblo kurdo tiene experiencia histórica en esto y ahora interpreta estos momentos desde esa perspectiva”.

La desconfianza del pueblo no es infundada.

Botan afirmó: “El Estado turco ha dado la impresión de iniciar procesos de paz en muchas ocasiones. Sin embargo, a lo largo de la historia, estos procesos a menudo han terminado en masacres. Por eso, cualquier medida que adopte el Estado ahora debe inspirar confianza. La desconfianza del pueblo no es infundada. El pueblo kurdo ya no quiere ser engañado.

Si cada paso dado en nombre de la paz se enfrenta a la guerra, nadie considerará el proceso sincero. Este pueblo, con décadas de experiencia, ahora tiene la conciencia de distinguir entre tácticas dilatorias y soluciones genuinas. El pueblo kurdo ha hablado y ha tomado medidas. Ahora es el turno del Estado turco. Juntos y juntas, podemos construir una paz duradera y honorable”.

El lenguaje de los medios de comunicación es tóxico y el del Estado, amenazante.

Lezgin Botan enfatizó la importancia del claro compromiso de la parte kurda con una solución pacífica y criticó el continuo uso de un tono y una actitud amenazantes por parte del Estado: "El lenguaje de los medios de comunicación es tóxico y el del Estado está plagado de amenazas. Las operaciones militares continúan. Los generales turcos siguen utilizando un lenguaje intimidatorio. Responder a un paso tan importante para la paz con este tipo de enfoque es inaceptable.

El PKK ha puesto fin a su lucha armada. A partir de ahora, si una sola guerrilla resulta herida en estas operaciones, ni la historia, ni la conciencia de la humanidad, ni el pueblo kurdo lo aceptarán”.

Botan también abordó los llamamientos para que el proceso se lleve a cabo en el marco del Parlamento turco, afirmando que sin medidas concretas, este no puede avanzar: “Debemos ir más allá de las declaraciones simbólicas. Por supuesto, el Parlamento debe desempeñar un papel en este proceso, pero lo más importante son los pasos prácticos. Sin garantías legales y constitucionales, no es posible una paz duradera”.

Concluyó afirmando que el pueblo kurdo está ahora más cerca que nunca de construir la unidad nacional en las cuatro partes del Kurdistán y de establecer una visión política compartida: “Hoy, el pueblo kurdo es más fuerte, está más organizado y tiene más visibilidad en el escenario internacional que nunca. Es hora de transformar esta unidad en éxito diplomático y estatus político. Debemos entrar en una fase de construcción de nuestro estatus y de fortalecimiento de nuestros logros existentes en las cuatro partes del Kurdistán. Tenemos ante nosotros y nosotras una oportunidad y una capacidad históricas”.