La KJK expresó que para este 8 de marzo, “las mujeres, que a lo largo de la historia han protestado en contra el sistema patriarcal, en contra de la clasificación, el despojo, la exclusión, la explotación, esclavización y la ignorancia, son una de las fuentes principales de nuestras resistencias actuales”.
“A pesar de los esfuerzos del sistema patriarcal de borrarnos del pensamiento y de la historia, sabemos muy bien que las mujeres guardamos la historia más antigua y más larga de resistencia en toda la historia de la humanidad. Aprovechamos este 8 de marzo para conmemorar a las mujeres sabias y luchadoras que han dado la vida en la lucha ininterrumpida en la resistencia contra el sistema patriarcal, sexista y misógino imperante”, remarcó la organización.
La KJK destacó a “las trabajadoras que con su lucha por mejores condiciones de trabajo y equidad de género han dado su significado al 8 de marzo y saludamos a todas las que siguen su ejemplo. Su recuerdo con las antorchas que iluminan nuestro camino en la oscuridad que nos imponen, son la luz de nuestro espíritu, el fuego de nuestros corazones”.
El comunicado completo es el siguiente:
A las mujeres del mundo, a nuestras hermanas, a nuestras compañeras
Les saludamos desde las montañas de Kurdistán, desde aquel lugar en el que, hace miles de años, se peleó la primera socialidad bajo el mando de mujeres; lugar en el que se sembraron y arraigaron las primeras semillas de una cultura de vida colectiva.
Les saludamos con una ambición inquebrantable por nuestra lucha y nuestra pasión por una vida libre; les abrazamos cariñosamente.
Les mandamos nuestros saludos sinceros a todas las mujeres en todo el mundo que alcen su voz en contra de la dominación, explotación, ocupación, destrucción, y esclavización masculina.
En este momento en el que estamos esperando un nuevo 8 de marzo, las mujeres, que a lo largo de la historia han protestado en contra el sistema patriarcal, en contra de la clasificación, el despojo, la exclusión, la explotación, esclavización y la ignorancia, son una de las fuentes principales de nuestras resistencias actuales. A pesar de los esfuerzos del sistema patriarcal de borrarnos del pensamiento y de la historia, sabemos muy bien que las mujeres guardamos la historia más antigua y más larga de resistencia en toda la historia de la humanidad. Aprovechamos este 8 de marzo para conmemorar a las mujeres sabias y luchadoras que han dado la vida en la lucha ininterrumpida en la resistencia contra el sistema patriarcal, sexista y misógino imperante.
Conmemoramos a las compañeras de la lucha de liberación de las mujeres kurdas que nos han abierto el camino y en el que cayeron decenas de miles como mártires: conmemoramos a Sakine Cansız, Zekiye Alkan, Gülnaz Karataş, Zeynep Kınacı, Sema Yüce, Viyan Soran, Şirin Elemhuli y Şilan Kobane, Arin Mirkan y muchas de ellas con nostalgia y amor. En nuestra memoria también están Rosa Luxemburg y Clara Zetkin; Haydee Santamaria y Kittur Rani; Shah Abu Ghazaleh y Nwanyeruwa; Mary Jones y Doria Şefik; Mari Beyleryan y Louise Michel; es decir, recordamos a todas las mujeres que han marcado la lucha por la liberación de las mujeres en todo el mundo.
En especial conmemoramos a las trabajadoras que con su lucha por mejores condiciones de trabajo y equidad de género han dado su significado al 8 de marzo y saludamos a todas las que siguen su ejemplo. Su recuerdo con las antorchas que iluminan nuestro camino en la oscuridad que nos imponen, son la luz de nuestro espíritu, el fuego de nuestros corazones.
Queridas mujeres:
Nos encontramos en un tiempo en el que la disyuntiva entre luz y oscuridad, belleza y fealdad, justicia e injusticia, liberación y esclavitud se expresa en la explotación de las mujeres, pero también es el tiempo en el que las mujeres insisten en su liberación y se rebelan contra su opresión. Sin embargo, ningún siglo fue tan propicio con el siglo XIX para llevar a cabo la liberación de las mujeres.
En este sentido, estamos atravesando una era en la que la revolución de las mujeres y su dinámica están fortalecidas. Aunque el sistema patriarcal aproveche todo tipo de juegos y ataques para encubrir esta realidad, debemos como mujeres cobijar nuestra lucha con la conciencia de esta verdad y la consciencia de nuestro tiempo. Pues, además de las posibilidades y condiciones de fortalecer nuestros logros, intensifica el sistema patriarcal imperante en todas partes sus ataques para evitar precisamente esto. El sistema de poder masculino que tiene 5000 mil años actuando en contra de nuestras sociedades, se sostiene ampliando y diversificando constantemente la explotación, ya que se basa en la ganancia económica. Las guerras en el mundo están directamente relacionadas con esta realidad. La meta principal de la tercera guerra de división que se inició a principios de siglo XIX con la intervención en Afganistán, el Irak y Kurdistán, y se concentra hoy en día en Siria, el Irak y Kurdistán, es la remodelación de la geografía del Cercano Oriente según los intereses de las potencias mundiales. De un modo semejante, también los conflictos armados y guerras en el continente africano persisten. En América Latina y en el este de Asia, hay la destrucción de nuestros bosques milenarios y la contaminación de nuestros ríos en una fase en la que ha aumentado el peligro de sequías. Y el hecho de que incluso nuestro aire ha sido objeto de ganancia y explotación al construir turbinas de viento en nuestros pueblos, es solamente una de las dimensiones del terrible ecocidio que se está llevando adelante para obtener ganancias. Nos dejan sin aliento. Tradiciones milenarias, identidades culturales y sistemas sociales se destruyen. En todos los ámbitos de la vida nos confrontamos con la aniquilación completa y ataques terribles a la vida toda, porque sabemos que quienes no tienen memoria, tampoco tienen futuro. Quieren ganarnos de esta manera. Y a quienes no pueden ganarles, las matan. Hoy en día, hay más mujeres asesinadas por violencia machista que por guerras o enfermedades. Pero, también a causa de esta realidad, cada vez más mujeres van ocupando su lugar en la resistencia. Hoy luchan más mujeres que nunca por libertad, libre voluntad y equidad. Como en ningún momento de la historia, las mujeres gritan con voz alzada alta “No al sistema patriarcal“. Las mujeres alzan sus voces contra todas las formas de explotación, saqueo, crimen y ocupación y dicen “Ya basta”. Las mujeres se levantan, se solidarizan y se reúnen. Las mujeres luchan y se organizan. Las mujeres resisten y millones de mujeres están de pie, millones están en las calles, en las plazas, en las montañas, en los valles. Millones de mujeres están decididas: No tienen miedo y no retroceden ni un paso atrás. Pase lo que pase, vamos a recuperar nuestra libertad, vamos a acabar con la lógica de explotación, vamos a romper todas las cadenas, no vamos a obedecer, dicen. Como Movimiento de mujeres de Kurdistán saludamos de todo corazón y con toda sinceridad a la resistencia de las mujeres contra el sistema dominado por hombres y sus lógicas de explotación.
Sepan que su lucha de mujeres que se lleva a cabo en todo el mundo, resuena en las montañas y en los valles de Kurdistán de igual manera que les dé fuera e inspiración nuestra lucha por la liberación en las montañas de Kurdistán en contra de la dominación machista y en contra el fascismo en su expresión directa y dura. Mientras resuenen las voces contra los poderes machistas, temblará el sistema dominado por hombres. El suelo de 5000 años en el que se funda, se resquebraja cada vez más. Cuando las grietas se profundizan, crece el miedo. ¡Y qué crezca ese miedo, que nos tengan cada vez más miedo! Porque estamos más decididas que nunca de convertir esta era en la era de la libertad de las mujeres. Nuestra lucha crece día a día, somos cada vez más fuertes y eficaces. El sistema patriarcal debe temernos, pues ¡ya estamos construyendo nuestro futuro de libertad! ¡En todas partes! ¡Construiremos en cada lugar al que llegue el sol y que ilumine la luna una vida libre!
Estimadas compañeras:
Ya existen luchas que están dando resultados importantes en todo el mundo, que fortalecen la consciencia de las mujeres, que nos apoyan moralmente que fortalecen nuestro poder y que incrementan el miedo que nos tiene el sistema patriarcal.
En América Latina saludamos la lucha en contra de los femicidios bajo la consigna Ni una Menos. Los femicidios no son sucesos aislados, sino que tienen su origen en el sexismo y la misoginia anclados en la sociedad. Por eso creemos que una lucha eficaz en contra de la mentalidad machista y los femicidios es una necesidad. Las medidas legales, aunque sean importante, solamente son una parte de esta lucha integral.
Mandamos nuestro amor más sincero a nuestras hermanas con los pañuelos verdes en Argentina. Todas las formas de explotación y ocupación, desde la tierra hasta el trabajo, se desarrolló por sobre todas las cosas por medio del cuerpo femenino. La mujer es la primera colonia de la historia. Por eso mismo, la defensa de la inmunidad, la autonomía y el derecho de decidir sobre el propio cuerpo de las mujeres un ámbito de lucha fundamental.
Y si defendemos el derecho natural de las mujeres al aborto, es importante que llevemos a cabo esta lucha de manera integral. Es central llevar a cabo la lucha contra la mentalidad colonial para garantizar derechos legalmente anclados.
Nuestras compañeras zapatistas que resisten en las montañas de Chiapas a los ataques del Estado mexicano y del sistema capitalista global y que están construyendo su propio sistema comunitario y autónomo, este año no pueden llevar a cabo el segundo Encuentro de las Mujeres que luchan, a causa de los ataques intensos a sus comunidades. Queremos decirles lo siguiente: Compañeras, sepan que el fuego que han encendido sigue vivo en Kurdistán. De igual manera, abraza sus corazones el fuego que nosotras hemos encendido. Desde las montañas de Zagros hasta la Sierra Madre, desde Éufrates hasta Usumacinta, nuestra lucha es la misma, nuestra resistencia es la misma, nuestros pueblos son hermanos.
Estamos a su lado en la resistencia contra el ejército que invade. Creemos firmemente en que vencerán en sus luchas de resistencia. Les saludamos llenas de amor como compañeras y como hermanas, y las abrazamos fuertemente.
Saludamos con respeto a las integrantes de la resistencia desde Demavend hasta Hindu Kush, desde Gaza hasta la plaza Tahrir. En el Irán nos solidarizamos con las mujeres en lucha que hace cuarenta años se están rebelando contra la mentalidad machista, el Estado más vulgar y que a pesar de todas las amenazas y todo el peso, no han renunciado a su libertad. En Afganistán estamos con las mujeres valientes que alzan sus voces en contra del intervencionismo imperialista y las alianzas de guerras colaboradoras, que organizan la resistencia radical en contra de la mentalidad reaccionaria que no reconoce a la mujer como sujeto. Apoyamos a nuestras compañeras en Palestina que han impulsado la lucha por la liberación de su país y en contra de la ocupación y que declararon que si hay paz, que sea digna. Mandamos nuestros saludos revolucionarios a las mujeres árabes, asirias, ezidias que son precursoras en la lucha contra el Estado Islámico y que han mostrado a todas las mujeres la urgencia de la autodefensa. La segunda revolución de las mujeres en el Cercano Oriente es un hecho y somos parte de esta verdad sagrada. Juntas venceremos a la oscuridad que nos impusieron y convertir estos territorios de nuevo en el país de la diosa madre. Las voces de la revolución de las mujeres ya se está alzando, desde Rojava hasta el Medio Oriente entero. En estos días de tanta derrota para el Estado Islámico, queremos llamar atención nuevamente sobre la resistencia en Afrin que se está llevando a cabo contra el Estado turco y contra las bandas de fundamentalistas islámicos. Para nosotras, Afrin es una ciudad de mujeres y nunca la entregaremos en manos de las bandas misóginas. De la misma manera que hace un año hicimos un llamamiento para el 8 de marzo y dijimos “Defendamos la revolución de las mujeres en Afrin”, llamamos también hoy a que todas nuestras hermanas en todo el mundo alcen sus voces en contra de la ocupación turca en Afrin. Prometemos que seguiremos luchando hasta que la última mujer y la última niña haya sido liberado de las manos del Estado Islámico. También seguiremos pidiendo justicia para las mujeres de Shengal que simbolizan la consciencia de nuestro tiempo. La autodefensa desarrollada bajo el mando de mujeres y la autonomía democrática es nuestra respuesta más fuerte a la aniquilación total y nuestro único camino para evitar nuevos ataques de esta índole.
Saludamos la resistencia de decenas de miles, acaso cientos de miles de mujeres, presas políticas recluidas en cárceles del Estado porque luchan por la libertad. Ustedes son pioneras que a pesar de todas las torturas psicológicas y físicas, castigos y avasallamiento no se han reconciliado y que han convertido el calabozo en un campo de resistencia. Sepan que aunque sean gruesas las paredes que nos separan, aunque los muros sean altos, nunca nos podrán separar. Queremos tomar esto como motivo y mandarles nuestro saludo especial a todas las mujeres que se encuentran en cárceles del Estado turco en huelga de hambre en contra del aislamiento. Invitamos a todas las mujeres del mundo a ser portavoz de las compañeras en las cárceles y solidarizarse con sus acciones.
Las huelgas de mujeres que se han iniciado en algunos países en los últimos años se expanidirán este 8 de marzo a muchos territorios. Saludamos con un cálido afecto y abrazamos a las mujeres en Alemania que este año participarán de la huelga. Debemos saber que como mujeres tenemos la fuerza de parar al mundo. ¡Solamente hace falta organizarnos! En todas partes, también en Alemania, donde se realizará la huelga, debe aprovecharse el 8 de marzo para conectar a los diferentes grupos en red. Esa es la expectativa de todas nuestras compañeras que se solidarizaron. No podemos reducir este momento a un solo día, tenemos que construir nuestra unidad para que tenga constancia y unir así nuestras luchas. Es una necesidad que nos exige este tiempo.
También saludamos a las mujeres que en EE.UU. han puesto al descubierto con la campaña #MeToo al sexismo en la sociedad y en muchos ámbitos de la vida, y a la cultura del acoso y de la violación; y que son las mujeres que han salido a las calles en Washington para decir que el misógino de Trump no las representa. Saludamos a las mujeres negras que resisten y luchan contra el racismo, la discriminación y la violencia institucional. Deseamos que conviertan sus convicciones en una organización fuerte y que amplíen su herencia de más de 200 años.
Queridas mujeres:
Como muchas de nosotras sabemos que estamos como pueblo y como movimiento en una gran resistencia en contra del fascismo turco. Las precursoras del movimiento de resistencia que llamamos “Rompamos el aislamiento, destruyamos el fascismo y dejemos vivir libre al representante Apo”, son todas mujeres. Nuestra compañera, la co-presidenta del congreso democrática de la sociedad y diputada del Partido de los Pueblos (HDP) Leyla Güven ha iniciado el 7 de noviembre de 2018 en la cárcel una huelga de hambre indeterminada. Hay muchas mujeres entre quienes resisten desde las cárceles que han seguido el ejemplo de Leyla Güven y han iniciado una huelga de hambre indeterminada. La única exigencia de esta huelga de hambre es acabar con el aislamiento de nuestro representante Abdullah Öcalan que hace 20 años se encuentra preso en una isla. Desde que nuestro representante haya sido capturado y entregado al Estado turco el 15 de febrero de 1999 en una operación de la OTAN en Kenia, se le niega su derecho legítimo de ver a su abogado desde julio del 2011. Lo están impidiendo. Desde el 4 de abril de 2015 vive en aislamiento total. Ningún derecho que le pertenece jurídicamente le es concedido. Se lo mantiene aislado en una celda. En la isla carcelaria , Imrali recibe un tratamiento aplicado únicamente a su persona. El Estado turco ni siquiera aplica sus propias leyes en su caso y se atiene a un régimen especial que no respeta los derechos humanos. Las instituciones y organismos responsables, cuyo miembro también es el Estado turco, en particular el Comité Europeo para la prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes guardan silencio y avalan así este régimen de tortura y detención.
Abdullah Öcalan no es cualquier preso. Es el representante de un pueblo hasta cuyo nombre está prohibido.
En los años 70 lideró un grupo de estudiantes y jóvenes que fundaron el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), y con ello un movimiento popular al que pertenecen hoy millones de personas. La organización ideológica, política, de defensa y social actual de las mujeres kurdas que produce gran inspiración y admiración resulta directamente del trabajo del representante Abdullah Öcalan. Los escritos en su defensa que redactó bajo condiciones de aislamiento estricto son leídos alrededor de todo el mundo por los movimientos anti sistémicos, de pueblos originarios, organizaciones de mujeres, partidos socialistas de izquierda etc. La filosofía de la libertad y la democracia elaborada por él y sus teorías son tomadas como ejemplo. La figura de nuestro representante Abdullah Öcalan simboliza la solución democrática de la cuestión kurda, la esperanza de paz, la convivencia de los pueblos y la libertad de las mujeres. Debido a que el representante Abdullah Öcalan se encuentra en régimen de aislamiento, crece el fascismo en Turquía, la guerra y los conflictos se agudizan y se fomenta el nacionalismo. El fascismo, el nacionalismo, la enemistad social, las guerras, los conflictos y las crisis económicas afectan especialmente a las mujeres.
Estamos bajo aislamiento porque nuestro representante Abdullah Öcalan ha resuelto como ningún otro líder revolucionario la cuestión de la masculinidad y ha corrido al centro de la revolución social la lucha por la liberación de las mujeres. Las mujeres somos la mayoría. Por eso mismo, decimos que la libertad de Abdullah Öcalan es nuestra libertad. Por eso llevamos a cabo estas acciones. Por eso somos precursoras de la resistencia. Porque si él está libre, también estaremos libres nosotras. Si aumentamos la resistencia, quebraremos el aislamiento, venceremos el fascismo, liberaremos Kurdistán. ¡Esperamos de ustedes que ocupen sus lugares en esta lucha, que demuestren solidaridad, que unan sus voces con las nuestras y que resistan junto a nosotras contra el fascismo turco!
Debemos convertirnos en una unidad en contra del fascismo que representa el régimen de Erdogan, porque el fascismo ataca sobre todo a las mujeres, intenta conquistar a las mujeres e imponerles roles tradicionales. Esto lo podemos observar en Turquía, pero también en el Brasil de Bolsonaro, en las Filipinas de Duterte, en la Rusia de Putin y en los EE.UU. de Trump. La característica fundamental del fascismo es que es un enemigo de las mujeres. Lo que más teme es la resistencia de las mujeres organizadas. Como Movimiento por la liberación de las mujeres kurdas decimos: ¡unamos nuestras luchas en contra de los poderes populistas y fascistas que significan una amenaza fundamental para nuestras vidas. ¡Es hora de construir un frente de mujeres en contra del fascismo! Debemos juntarnos mucho, tomarnos de las manos y así ¡no dejarle paso al fascismo! ¡Podemos hacerlo! Con este espíritu de lucha es seguro que con la lucha conjunta de las mujeres podremos acabar con la dictadura fascista del AKP-MHP en el norte de Kurdistán y en Turquía. Tal como dijeron nuestras hermanas turcas ¡juntas somos poderosas! No nos doblegamos y no toleramos el fascismo.
Compañeras:
Somos testigos de que en todas partes se percibe la consciencia, el reparo y el accionar de las mujeres. Las mujeres se levantan, protestan y se defienden contra la cultura del acoso y de la violación, la discriminación, la explotación, la ocupación, la iniquidad, las masacres, la violencia, el sexismo. Las reivindicaciones de las mujeres se amplían, gritamos en voz alta cómo queremos vivir. Hemos alcanzado una capacidad de movilización que hay que tomar en serio. Tenemos la fuerza de movilizar en un muy poco tiempo a cientos de miles de mujeres en las calles. Cada día somos más. Cada día somos más grandes. ¡Somos coloridas, dinámicas, comprometidas, exigentes, fuertes!
Ahora, lo importante es transformar el poder al organizar mejor nuestra lucha. Se sabrá que el principio fundamental de la lucha por la liberación de las mujeres es la organización. Sin organización no es posible la libertad. Es necesario convertir las protestas en organizaciones constantes. Las condiciones en este primer cuarto del siglo XIX convierten la actitud de las mujeres convierten la lucha por una vida libre en un desafío posible. Entonces, debemos elevar nuestra lucha a otro nivel. Debemos organizar nuestros reparos y organizar nuestra lucha contra el sistema anti democrático, dictatorial y dominado por hombres. Pues, si nuestras luchas no se integran en una forma, no podremos transformarnos lo suficiente. Sin embargo, es tiempo de realizar la revolución de las mujeres y convertir el siglo XIX en un tiempo de libertad para las mujeres. Las condiciones están más propicias que nunca. Como Movimiento de liberación de las mujeres kurdas proponemos el nombre de Cofederalismo de las mujeres del mundo para la las luchas globales de las mujeres. El Cofederalismo de las mujeres del mundo tiene como meta mejorar la unidad de la lucha de las mujeres guardando sus autonomías. Como organizaciones y movimientos de mujeres deberíamos estar en condiciones de desarrollar posicionamientos comunes y superar cosas en común y divisiones, de definir estrategias y tácticas de lucha comunes para poder trabajar de hecho en común y construir mecanismos conjuntos de funcionamiento. Debemos discutir las bases y bases de organización necesarias para esto y definirlas en conjunto. El contrato social que hemos hecho como movimiento en 2002 y en el que volvimos a trabajar en estos tiempos y que pronto compartiremos con ustedes, podría brindar un marco fundamental.
A las mujeres en resistencia:
El espíritu de nuestro tiempo nos obliga a levantar la lucha por la libertad. Es una necesidad histórica porque es posible convertir nuestro siglo en un tiempo de libertad para las mujeres. Conformemos para ello una unidad. Levantémonos como mujeres del mundo. Decimos que la resistencia de las mujeres, libera. Entonces, unámonos alrededor del fuego de la libertad. Tomémonos de las manos y bailemos la danza de la libertad. Avivemos el fuego de la revolución. Convirtamos todos los días en un 8 de marzo contra el colonialismo, el fascismo, la ocupación y el patriarcado. Precisamente así, cambiará nuestra vida. Así será bello el mundo. Así habrá revolución. ¡Juntas construiremos la revolución de las mujeres y nuestro futuro!
¡El fascismo no pasará!
¡La resistencia de las mujeres libera!
¡Jin Jiyan Azadî!
5 de marzo de 2019 Coordinación de las comunidades de las mujeres kurdas (KJK)