La ganadora del Premio Nobel de la Paz de este año, Narges Mohammadi de Irán, se ha declarado en huelga de hambre. La activista de 51 años informó a su familia sobre su acción desde la famosa prisión de Evin en Teherán, la capital iraní, donde se encuentra recluida. "Estamos preocupados por el estado físico y la salud de Narges Mohammadi", escribió la familia en un mensaje en Instagram.
Con esta acción, Mohammadi protesta contra sus condiciones carcelarias. Según la publicación de Instagram, las y los detenidos enfermos están siendo descuidados y no reciben el tratamiento médico que necesitan. Se dice que la propia Mohammadi pasó semanas intentando ser trasladada a un hospital especializado en salud cardíaca y pulmonar. Sin embargo, a pesar del diagnóstico de un médico de la prisión, se lo rechazaron porque se negó a ponerse el pañuelo prescrito para el transporte. Al declararse en huelga de hambre, denuncia también la obligación de llevar velo en Irán.
Narges Mohammadi recibió en octubre el Premio Nobel de la Paz de este año. La activista por los derechos de las mujeres y los derechos humanos fue así honrada por su "lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha para promover los derechos humanos y la libertad para todos", afirmó Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel en la capital de Noruega. , Oslo. Agregó que esto también honraría a las miles de personas que salieron a las calles contra la discriminación contra las mujeres en Irán, asumiendo un enorme riesgo personal. La valiente lucha de Mohammadi también implicó sacrificios personales, añadió.
Narges Mohammadi nació en Zanjan, en el noroeste de Irán, en 1972 y creció en las ciudades kurdas de Qurwe (Qorveh) y Şino (Oshnavieh), entre otras. Trabajó como periodista y es vicepresidenta del Centro Iraní de Defensores de los Derechos Humanos (DHRC). Lleva tres décadas en la resistencia por los derechos de las mujeres en Irán. Mohammadi ha pagado un alto precio por esto: su biografía es una historia de detenciones, violencia y tortura.
En total, el régimen arrestó a Mohammadi 13 veces, la condenó cinco veces y la castigó con un total de 31 años de prisión y 154 latigazos, informó Reiss-Andersen. La mujer de 51 años también se encuentra actualmente encarcelada y cumple una condena de larga duración en la famosa prisión de Evin de Teherán. A finales de 2022, durante el apogeo de la revolución "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad) contra el aparato de poder del régimen mulá, reveló en un informe la tortura de decenas de mujeres en la prisión de alta seguridad. El levantamiento estalló en septiembre del año pasado por el feminicidio estatal de la mujer kurda Jina Mahsa Amini, quien fue maltratada hasta la muerte bajo custodia policial por presuntamente violar los códigos de vestimenta. Las protestas fueron reprimidas sangrientamente por el régimen y desde entonces las leyes de vestimenta para las mujeres se han endurecido aún más. Desde el domingo, Armita Garavand, de 16 años, se encuentra en coma en un hospital tras un asalto de los llamados "guardias de la moral" en el metro de Teherán. También se la acusa de violar las normas sobre el uso del velo.