Sakine Cansız recordada en Dersim: "Esta lucha nunca terminará"
Refiriéndose al libro "Toda mi vida fue una lucha" escrito por Sakine Cansız en las montañas de Kurdistán, Meral Danış Beştaş declaró: "Esta lucha nunca terminará".
Refiriéndose al libro "Toda mi vida fue una lucha" escrito por Sakine Cansız en las montañas de Kurdistán, Meral Danış Beştaş declaró: "Esta lucha nunca terminará".
Asesinadas por el servicio secreto turco en París hace diez años, las revolucionarias kurdas Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez fueron conmemoradas hoy en sus tumbas en sus ciudades natales.
En Dersim, el lugar de nacimiento de la co-fundadora del PKK, Sakine Cansız, se celebró por primera vez una ceremonia conmemorativa en el edificio del HDP (Partido Democrático de los Pueblos). La diputada del HDP, Meral Danış Beştaş, explicó en el evento que los asesinatos políticos del 9 de enero de 2013 estaban dirigidos específicamente contra el movimiento de mujeres kurdas: "El ataque también tuvo como objetivo la historia, la memoria, la juventud y el trabajo diplomático. Esta masacre no fue un golpe aleatorio, fue planeado con precisión en términos de tiempo y lugar. El objetivo eran las mujeres kurdas, cuya fuerza organizada siempre ha preocupado a los gobernantes".
El 3 de enero de 2013, los representantes del estado turco viajaron a la isla prisión de Imrali por primera vez para conversar con Abdullah Öcalan, Beştaş continuó: "Se suponía que esta conversación allanaría el camino para una nueva solución, que fue apoyada en Turquía, en Kurdistán y a nivel internacional. Seis días después, tuvo lugar este ataque. Abdullah Öcalan dijo después que los asesinatos eran tan importantes como la masacre de Dersim. Indicó que los perpetradores deben ser expuestos".
Refiriéndose al libro "Toda mi vida fue una lucha" escrito por Sakine Cansız en las montañas de Kurdistán, Meral Danış Beştaş declaró al final de su discurso: "Esta lucha nunca terminará".
Después del evento, las y los participantes quisieron depositar flores en la tumba de Sakine Cansız en el cementerio de la ciudad. La policía y la gendarmería cerraron el camino de acceso y atacaron a la multitud. Solo un pequeño grupo en torno a la diputada del HDP, Meral Danış Beştaş, pudo pasar y colocar claveles en la tumba.