La ejecución de intelectuales sirios y libaneses: una tragedia otomana

El Imperio Otomano ejecutó a 21 intelectuales sirios y libaneses en 1916, lo que desató el nacionalismo árabe y dio origen a la celebración del Día de los Mártires.

DÍA DE LOS MÁRTIRES

En medio del caos de la Primera Guerra Mundial, las duras políticas impuestas por el Imperio Otomano en sus provincias sirias llevaron a la persecución sistemática de intelectuales nacionalistas árabes. En 1915 y 1916, en particular durante las ejecuciones masivas llevadas a cabo el 6 de mayo de 1916 en Damasco y Beirut, la historia de Siria y el Líbano quedó profundamente marcada. Estas ejecuciones se llevaron a cabo bajo el liderazgo de Cemal Pasha, comandante del Cuarto Ejército y gobernador de Siria, acusado de traición y separatismo. Se dirigieron específicamente a figuras destacadas del movimiento del Despertar Árabe (Nahda).

Antecedentes históricos

A finales del siglo XIX y principios del XX, el Imperio Otomano se enfrentó al auge de los movimientos nacionalistas en sus diversos territorios. En las provincias árabes, en particular en Siria, Líbano y Palestina, se estaba gestando un despertar cultural y político a través del movimiento Nahda. Este movimiento buscaba fortalecer la identidad árabe a través de la literatura, el periodismo y la educación árabes. Sin embargo, tras la llegada al poder del Comité de Unión y Progreso (CUP) en 1908, la política otomana de "turquificación" generó malestar entre la población árabe.

Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, el Imperio Otomano se unió al conflicto del lado de Alemania contra las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia y Rusia). La guerra trajo consigo graves dificultades económicas, hambruna y reclutamiento, todo lo cual intensificó las tensiones en las provincias sirias. Durante este período, algunos intelectuales árabes formaron sociedades secretas que exigían reformas o la independencia del dominio otomano. Organizaciones como al-Fatat, al-Ahd y la Sociedad Libanesa de Reforma buscaron la autonomía o la independencia con el apoyo de Gran Bretaña o Francia. Sin embargo, las autoridades otomanas consideraron estas actividades una traición en tiempos de guerra y respondieron con una dura represión.

En Siria, el artífice de estas políticas represivas fue Cemal Pasha, quien había sido nombrado comandante del Cuarto Ejército en 1915. Conocido como "Haji Pasha", Cemal Pasha declaró la ley marcial en toda la región y pretendió silenciar a toda disidencia. Ese mismo año, documentos dejados por el consulado francés en Beirut durante su retirada cayeron en manos de funcionarios otomanos. Estos documentos incluían correspondencia entre algunos intelectuales árabes y las autoridades francesas. Cemal Pasha utilizó estas cartas como principal justificación para emitir órdenes de ejecución.

El curso de los acontecimientos: las ejecuciones de 1915-1916

El año 1915 marcó una intensificación de las políticas represivas de Cemal Pasha en Siria. También fue el año del genocidio de armenios y asirios. Por lo tanto, las masacres perpetradas por Cemal Pasha en Siria y Líbano no pueden considerarse al margen de las políticas más amplias del Estado otomano en aquel momento.

Documentos incautados en el Consulado Francés revelaron que numerosos intelectuales en Damasco, Beirut y otras partes del Líbano participaban en actividades consideradas hostiles al Imperio Otomano. Los documentos incluían acusaciones de que algunos intelectuales habían proporcionado información sobre los movimientos de tropas otomanas a los franceses o habían buscado apoyo para la independencia. Con estos documentos como justificación, Cemal Pasha lanzó una campaña de arrestos a gran escala.

El 21 de agosto de 1915, se llevaron a cabo las primeras ejecuciones masivas en la plaza Burj de Beirut. Once personas, la mayoría libanesas, fueron ahorcadas. Entre los ejecutados se encontraban periodistas, figuras religiosas y líderes que abogaban por reformas. El suceso sembró el miedo en toda la región y dejó dolorosamente claro que las autoridades otomanas no toleraban a los disidentes, a quienes exigían libertad ni a personas de diferentes identidades étnicas y religiosas.

Identidades de los intelectuales ejecutados

Entre los ejecutados se encontraban figuras prominentes de las élites intelectuales, políticas y religiosas de Siria y Líbano. Algunos de ellos fueron:

Shukri al-Asali (1868-1916): Político y médico de Damasco, miembro del Parlamento Otomano, conocido por sus ideas nacionalistas árabes. Estaba afiliado a la sociedad Al-Fatat. Su correspondencia con los franceses fue el principal motivo de su ejecución.

Abdulhamid al-Zahrawi (1855-1916): Erudito y periodista de Damasco, figura destacada del movimiento Nahda. Fue conocido por sus escritos que exigían reformas al gobierno otomano y estuvo vinculado a la sociedad al-Ahd.

Rafic Rizk Sallum (1883-1916): Periodista y escritor libanés que contribuyó al movimiento Nahda y publicó artículos en oposición al dominio otomano.

Emir Arslan (1868-1916): Líder y escritor druso libanés. Fue acusado de colaborar con los franceses contra las autoridades otomanas.

Petro Pauli (1866-1916): Clérigo y educador maronita del Líbano, miembro de la Sociedad Libanesa de Reforma. Fue acusado de establecer vínculos con los franceses.

Salim al-Jaza’iri (1870-1916): Historiador sirio y figura destacada del movimiento Nahda, conocido por defender ideas reformistas contra el dominio otomano.

Abdulwahhab al-Inglizi (1878-1916): Comerciante de Damasco y miembro de Al-Fatat, ejecutado por presuntamente haber establecido contactos con los británicos.

Jamal al-Hamali (1875-1916): Abogado de Damasco y miembro de la sociedad Al-Ahd, conocido por sus actividades independentistas.

Shafiq al-Muayyad (1865-1916): Político y burócrata otomano de Damasco, perseguido por su postura reformista. Estas personas desempeñaron un papel crucial en la vida intelectual y política de su época. La mayoría participó en el movimiento Nahda, trabajando para fortalecer la identidad árabe a través de los medios de comunicación y la educación en árabe.

6 de mayo de 1916: Día de los Mártires

El punto álgido de las políticas represivas llegó el 6 de mayo de 1916, cuando se llevaron a cabo ejecuciones simultáneas en la plaza Marjeh de Damasco y en la plaza Burj de Beirut. Ese día, 21 personas fueron ejecutadas, un evento que llegó a conmemorarse en Siria y Líbano como el "Día de los Mártires". Las ejecuciones se llevaron a cabo bajo las órdenes de Cemal Pasha, tras juicios celebrados por tribunales militares (Divan-ı Harb), breves y carentes de transparencia.

Los juicios a menudo negaban a los acusados el derecho a defenderse, y los cargos se basaban en gran medida en documentos obtenidos del consulado francés. Las ejecuciones se llevaron a cabo en espacios públicos con el objetivo de infundir miedo y disuadir a otros. Multitudes se congregaron en las plazas de Damasco y Beirut para presenciar las ejecuciones con horror. El suceso desató la ira generalizada contra el Imperio Otomano en la sociedad árabe y alimentó el sentimiento nacionalista.