El líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, se encuentra recluido en régimen de aislamiento absoluto en la prisión de la isla de Imralı y completamente aislado del mundo exterior. Aunque no recibe respuesta a sus solicitudes de entrevistas, en algunos casos, meses después, sus abogados reciben justificaciones de sanciones disciplinarias.

Desde el 27 de julio de 2011 hasta la fecha, solo se permitieron cinco visitas de abogados entre mayo y agosto de 2019. La última de estas cinco reuniones tuvo lugar el 7 de agosto de 2019. Desde 2014, solo se han permitido cinco visitas familiares. La última reunión presencial fue con el hermano de Öcalan el 3 de marzo de 2020. Öcalan solo ha podido hacer dos llamadas telefónicas desde el primer día (el 27 de abril de 2020 y el 25 de marzo de 2021). La última llamada telefónica, del 25 de marzo de 2021, se interrumpió al poco tiempo y no ha habido noticias suyas desde ese día.

Öcalan y sus compañeros de prisión han sido sometidos a una nueva prohibición de visitas familiares durante tres meses.

En respuesta a la solicitud de los abogados para recibir visitas familiares, el Juzgado de Ejecución de Bursa declaró que el 4 de julio la Presidencia del Consejo Disciplinario impuso un nuevo "castigo disciplinario" a Abdullah Öcalan y a sus compañeros de prisión.

Aunque en la sentencia no se especifica el motivo de la "sanción disciplinaria", la petición de los abogados de que se les facilitara información y documentos sobre el expediente fue rechazada. Los abogados recurrirán la "sanción disciplinaria" ante el Tribunal Penal de Bursa.