La abogada alemana Heike Geisweid, una de los 1.500 abogados de más de 30 países que solicitaron reunirse con Abdullah Öcalan, habló con ANF sobre el aislamiento absoluto que se le ha impuesto y la violación de su «derecho a la esperanza».
Geisweid declaró: «Abdullah Öcalan lleva 25 años en prisión y ha pasado la mayor parte de este tiempo en régimen de aislamiento en Imrali. Öcalan tiene un contacto limitado con los otros 4 presos y no se le ha permitido reunirse con sus abogados desde 2019. Öcalan pasa 23 horas al día en una celda cerrada. Esta situación va en contra del derecho internacional y es inaceptable. Las condiciones penitenciarias deben mejorar».
"El silencio de Europa ante la tortura y el aislamiento es vergonzoso"
Geisweid llamó la atención sobre la decisión «Derecho a la esperanza» tomada por el TEDH en 2014 y dijo: «Esto significa que una persona condenada a cadena perpetua tiene derecho a la esperanza de ser liberada después de cumplir 25 años de cárcel. Turquía viola el artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). Este artículo prohíbe la tortura y los tratos degradantes. Turquía no ha incorporado esta decisión a su ordenamiento jurídico. El Consejo de Europa y el Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) no ejercieron tanta presión como deberían. La Unión Europea también se abstuvo de presionar a Turquía debido a sus intereses políticos y económicos. El silencio de los Estados occidentales es vergonzoso. Es vergonzoso que la opinión pública mundial acepte y normalice esta situación».
'Öcalan desempeña un papel clave en la solución de la cuestión kurda'
El abogado Geisweid dijo: «El aislamiento no sólo se aplica a Öcalan, sino también a otros presos políticos. Öcalan no es sólo un preso. También desempeña un papel clave en la solución de la cuestión kurda en Turquía. Una solución a la cuestión kurda sólo puede ser posible a través de negociaciones con Öcalan. Por lo tanto, la libertad de Öcalan es una cuestión importante y vital».
Geisweid señaló que, en el marco de la campaña, se envió una carta al Ministerio de Justicia turco firmada por 1.500 abogados de 30 países, en la que se hacía el siguiente llamamiento: «Öcalan lleva 25 años en la cárcel. La comunidad internacional debe actuar contra Turquía para proteger los derechos humanos y debe ejercer presión política sobre el gobierno turco. Öcalan debe ser liberado con carácter prioritario, porque su libertad no es sólo una cuestión humanitaria, sino que también es vital para la solución de la cuestión kurda.»