Abdullah Öcalan está detenido en la prisión de máxima seguridad de la isla turca de Imralı desde el 15 de febrero de 1999, cuando fue secuestrado en Kenia y llevado contra su voluntad a Turquía. No ha habido noticias de él, ni de sus tres compañeros de prisión Ömer Hayri Konar, Hamili Yıldırım y Veysi Aktaş, después de la llamada telefónica interrumpida el 25 de marzo de 2021. Desde entonces, ni un abogado, ni visitas familiares, ni una llamada telefónica, ni un fax, ni una carta. El último encuentro familiar con él fue el 27 de abril de 2020, y la última reunión con su representante legal data del 7 de agosto de 2019, hace más de 4 años y medio. Por supuesto, estas medidas están al margen de toda ley, tanto nacional como internacional.
Esta mañana se está celebrando en Bilbao una conferencia para abordar tanto la cuestión del aislamiento de Abdullah Öcalan como las formas en que la solidaridad internacional, y la vasca en particular, pueden ayudar, como ha dicho el abogado de Öcalan, Ibrahim Bilmez, a "romper este grave aislamiento y allanar así el camino para la solución de la cuestión kurda por medios democráticos y pacíficos."
El abogado Bilmez ha dicho en la conferencia que "en la era actual de los Estados nacionales, y en las condiciones más severas de aislamiento, el Sr. Öcalan ha desafiado ideológicamente al capitalismo y ha hecho propuestas alternativas al sistema en que vivimos. El pueblo kurdo que le apoya no debe estar solo en su lucha. Hemos visto el beneficio que aporta la solidaridad internacional con la práctica política, social y administrativa democrática implantada en Rojava. Creo sinceramente que aumentando y multiplicando la solidaridad podremos, a corto plazo, abrir una brecha en el aislamiento al que está sometido el Sr. Ocalan. Para ello, es muy importante que todos participéis y suméis vuestras fuerzas a las campañas por la libertad de Öcalan que se desarrollan tanto en Europa como en otros lugares del mundo."
El abogado Bilmez ha subrayado que "en veinticinco años de aislamiento, las políticas y prácticas de aislamiento absoluto después de 2015 y la absoluta falta de comunicación y falta de información a partir de 2021, y profundizándose en 2022 y 2023, han hecho que se haya desactivado cualquier opción legal y política, y se haya optado por la vía de la fuerza y las políticas de seguridad. Esta es la opción de quienes se oponen a la democracia, al diálogo y a la negociación para una solución democrática y pacífica, y de quienes medran su camino con el estancamiento y la polarización, de quienes se benefician de la guerra. Las consecuencias negativas de esta situación han llevado al país a diversas crisis, hasta el punto de que los recursos se agotan y se autoinvalidan."
El abogado Bilmez ha agregado: "Todos los indicadores económicos, políticos, sociales y jurídicos que vivimos hoy nos obligan a abrir las puertas de İmralı y permitir que el Sr. Öcalan desempeñe su papel para garantizar una solución democrática y pacífica en Turquía. Debe iniciarse sin más demora una política de diálogo y negociación en la que se garanticen las condiciones de salud, seguridad y libertad de nuestro cliente, el Sr. Öcalan, partidario de una solución democrática y pacífica que beneficie a todos y a todas."
El abogado Bilmez ha seguido diciendo: "Sobre esta base, redunda en interés de todos y todas considerar 2024 como el año de la solución de la cuestión kurda, entrelazado tanto con la libertad del Sr. Öcalan como con la redacción de una Constitución democrática adaptada a las convenciones internacionales de derechos humanos de la ONU y de la Unión Europea que garanticen los derechos humanos y las libertades durante tres generaciones y la transición a un Estado de derecho democrático [en Turquía]."
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