Las elecciones presidenciales en Irak estaban oficialmente programadas para hoy, pero no se logró la mayoría necesaria.

Al menos dos tercios de los 329 legisladores deben estar presentes para que se lleve a cabo la elección, sin embargo, solo 58 estuvieron presentes en el parlamento ya que muchos grupos están boicoteando las elecciones.

Anteriormente, el movimiento del líder chiíta Muktada Sadr, que es el grupo más fuerte con 73 escaños en el parlamento, anunció que no participaría en la votación.

El domingo por la noche, uno de los aliados de Sadr, la Sovereignty Alliance, que tiene 51 escaños y está dirigida por el presidente del Parlamento, Mohammed Al-Halbousi, también decidió boicotear las elecciones. El Partido Democrático del Kurdistán (KDP), representado por 31 legisladores, también boicoteó la votación.

El Marco de Cooperación pro-Irán anunció que las elecciones deberían llevarse a cabo.

Así, el estancamiento político ha continuado desde las elecciones generales de octubre. Hace cuatro meses que no se logra la conformación del nuevo gobierno.

La presidencia, un cargo simbólico, se otorga tradicionalmente a los kurdos. Sin embargo, el KDP y la Unión Patriótica de Kurdistán (PUK) nominaron candidatos separados. El KDP nominó al ex Ministro de Relaciones Exteriores Hoshyar Zebari, mientras que el PUK nominó al actual presidente Barham Salih.

Dado que el candidato del KDP ha sido acusado de corrupción, su aliado, el movimiento Sadr, retiró su apoyo a Zebari. La Corte Suprema iraquí dictaminó que Zebari no cumplió con las condiciones establecidas por la Constitución y citó que fue destituido de su cargo en 2016 por cargos de corrupción.

Si se lleva a cabo la elección presidencial, el nuevo presidente también debe nombrar un nuevo primer ministro dentro de los 15 días. El cargo de primer ministro se otorga tradicionalmente a los chiítas. El nuevo primer ministro tiene un mes para formar el nuevo gobierno.

"Sadr está tratando de debilitar a sus rivales"

Sin embargo, sigue siendo difícil formar un nuevo gobierno. El movimiento Sadr afirma que quiere formar un "gobierno de mayoría nacional" formando una alianza con el grupo sunita Al-Halbusi y el KDP. Sadr renunció así al consenso tradicional de que todos los partidos principales deberían participar para formar un gobierno. Algunos analistas piensan que Sadr está tratando de debilitar a sus rivales.

En declaraciones a la AFP, el politólogo Hamze Hadad afirmó que se podría formar una coalición ampliada: “Nadie quiere quedarse en la oposición, todos están enfocados en cómo obtener su rol en este escenario".