Azerbaiyán bombardea Armenia a pesar del alto el fuego, el conflicto puede escalar

El alto el fuego negociado por Rusia el pasado sábado 10 de octubre en Nagorno-Karabakh ha sido violado repetidamente.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán acusó el jueves a Armenia de desplegar los sistemas de misiles operacionales-tácticos en las posiciones de lanzamiento con el fin de atacar a los civiles y asentamientos azerbaiyanos.

La afirmación ha sido negada enérgicamente por el gobierno armenio que, en cambio, acusó a Azerbaiyán de atacar repetidamente a civiles también con la ayuda de mercenarios enviados por Turquía.

Tras casi dos semanas de intensos enfrentamientos militares, Armenia y Azerbaiyán, con la mediación de Rusia, han acordado un alto el fuego temporal con fines humanitarios, para el intercambio de prisioneros de guerra así como de cuerpos de los muertos.

Según los datos oficiales, más de 600 personas han muerto en la reanudación de los combates que se intensificaron el mes pasado. Sin embargo, se teme que las cifras sean mucho más elevadas. Además, unas 70.000 personas han sido desplazadas en la última escalada, dicen los funcionarios.

El frágil alto el fuego debía permitir a los dos países intercambiar prisioneros y recuperar los cuerpos de los muertos durante los últimos combates.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dice que no supervisará esa operación hasta que la seguridad de sus equipos esté garantizada.

El alto el fuego fue acordado después de 10 horas de conversaciones en Moscú. El Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirma que Azerbaiyán y Armenia comenzarían conversaciones "sustantivas".

Sin embargo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Zohrab Mnatsakanyan, describió posteriormente las conversaciones como "bastante difíciles".

El primer ministro armenio Nikol Pashinyan dijo a Reuters el martes que creía que sólo un cambio en la postura de Turquía sobre Nagorno-Karabakh podría hacer que Azerbaiyán detuviera la acción militar sobre la pequeña región.

"Turquía ha venido al sur del Cáucaso para continuar la política que está llevando a cabo en el Mediterráneo contra Grecia y Chipre, o en Libia, o en Siria, o en Irak. Es una política expansionista", dijo Pashinyan.

"Y el problema es que los armenios en el sur del Cáucaso son el último obstáculo que queda en su camino para aplicar esa política expansionista."