En la metrópolis turca occidental de Estambul, decenas de participantes de la "Gran Marcha a Gemlik" fueron detenidos el domingo. Si bien inicialmente se informó que unas cincuenta personas habían sido detenidas, la asociación de abogados ÖHD revisó el número al alza el lunes. Según esto, unas setenta personas, incluidos destacados políticos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y sus partidos miembros, estuvieron bajo custodia policial hasta el mediodía en la comisaría de policía de Vatan, conocida como centro de tortura. Desde entonces, más de la mitad de los detenidos han sido puestos en libertad, mientras que 25 han sido trasladados a la oficina del fiscal en el Palacio de Justicia de Çağlayan, citando supuestas "investigaciones". Los interrogatorios aún no han concluido.
Uno de los detenidos es Roni Gören, co-presidente de la rama provincial de Estambul del Partido Socialista de la Reconstrucción (SYKP). Gören formaba parte del grupo de manifestantes que ayer logró romper los cordones policiales en el distrito de Kadıköy, protestando con la demanda del levantamiento del aislamiento de Abdullah Öcalan y una solución pacífica a la cuestión kurda. La policía usó fuerza masiva para disolver la manifestación.
Según la ÖHD, numerosos activistas que fueron arrastrados fuera de la plaza fueron retenidos en camionetas de la prisión durante horas con las manos atadas a la espalda y golpeados. Roni Gören sufrió laceraciones en la cabeza y el mentón por golpes con una radio, entre otras cosas, que tuvieron que ser cosidos en el hospital.