Los Equipos Cristianos de Paz-Kurdistán iraquí (CPT-IK) presentaron un informe sobre el impacto civil de la actual operación militar turca en el sur del Kurdistán (norte de Irak). Según el informe, más de 1.500 personas han sido desplazadas de 22 pueblos de la gobernación de Duhok durante los últimos cuarenta días. Se han quemado miles de hectáreas de tierras agrícolas. Como dijo Lukasz Firla, miembro de la organización internacional de derechos humanos, en la presentación del informe "Sin retorno: El impacto civil de la Operación Relámpago de Turquía" el jueves, cuatro civiles han resultado heridos hasta ahora.

En relación con la operación militar transfronteriza del Estado turco en territorio iraquí lanzada el 23 de abril, CPT-IK afirma que "Turquía afirma que la operación tiene como objetivo el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para eliminar el terrorismo en la región del Kurdistán. Para lanzar su operación, Turquía ha desplegado paracaidistas a través de la frontera turco-iraquí para construir bases militares en la región del Kurdistán con el acompañamiento de bombardeos aéreos y de artillería. A medida que Turquía ha construido estas bases, ha seguido avanzando en la región del Kurdistán para establecer lo que Turquía afirma que es una zona de seguridad, que se extiende a lo largo de la frontera entre Turquía e Irak. Mientras Turquía ha conseguido controlar el territorio de la región del Kurdistán, los enfrentamientos entre el ejército turco y el PKK se han intensificado en la región. Turquía ha llevado a cabo entonces bombardeos en la región dirigidos al PKK; aunque, como informa Christian Peacemaker Teams (CPT), muchos de los ataques aéreos y de artillería de Turquía han tenido como objetivo directo a los civiles".

El informe afirma además que "aunque Turquía afirma que tiene como objetivo el PKK en la operación "Garra-Relámpago", la realidad es que los civiles que viven en las regiones fronterizas son los más afectados por los bombardeos de Turquía. Estos bombardeos han devastado la región donde viven cientos de familias. Se han destruido miles de dunams de tierra y aproximadamente 1.300 colmenas, todos ellos recursos cruciales para las familias. Los bombardeos de Turquía no sólo amenazan el sustento de las familias, sino también sus vidas. Hasta ahora, cuatro civiles han resultado heridos por los bombardeos de Turquía, y más de 1.500 civiles de 22 pueblos han evacuado sus aldeas para escapar del asalto de Turquía. CPT teme que estas familias nunca puedan volver a sus hogares, ya que Turquía ha construido bases militares cercanas armadas con artillería que ahora amenazan la vida de los civiles. 

Las familias que viven en las regiones fronterizas de la región del Kurdistán no deben ser obligadas a ser objetivos en el conflicto de Turquía con el PKK. Para garantizar la seguridad de los civiles, Turquía debe poner fin inmediatamente a sus operaciones militares dirigidas contra la población civil en la región del Kurdistán de Irak. Sólo entonces las familias podrán regresar a su tierra natal".