CPT-IK insta a Turquía a poner fin a las operaciones militares en Irak

CPT-IK pide al Gobierno de Turquía que respete la vida de los civiles y ponga fin a sus operaciones militares en el territorio de Irak.

Durante una conferencia de prensa el 15 de julio de 2020, Hakan Karacay, Cónsul General de Turquía en Erbil, en respuesta a una pregunta sobre la operación militar turca en curso en el Kurdistán iraquí, dijo: "Nunca hemos atacado a ningún pueblo civil".

El Equipo Cristianos por la Paz-Kurdistán iraquí (CPT-IK), una organización internacional de derechos humanos que ha documentado los impactos de las operaciones militares turcas en las vidas y medios de vida de los civiles desde 2007, llamó la atención sobre la declaración de Hakan Karacay, indicando que no se corresponde con lo que sucede realmente.

CPT-IK declaró que: “Desde que se lanzó la Operación Garra de Águila de la Fuerza Aérea Turca el 15 de junio de 2020, seguida de la intervención de las Fuerzas Militares nombrada la Operación Garra de Tigre el 17 de junio, al menos 6 civiles han muerto y al menos 4 civiles más han resultado heridos. Además, estas operaciones militares han quemado tierras agrícolas, huertos y ganado y han amenazado la existencia de muchas aldeas".

CPT-IK enumeró la siguiente información sobre los ataques turcos que efectivamente han atacado a civiles, desde junio de este año:

El 17 de junio, el ataque aéreo turco mató a Abas Maghdid, de 30 años, en las alturas de Khnera en el subdistrito de Sidakan. Abas era un pastor nómada. CPT-IK se enteró de su asesinato de una fuente de confianza.

El 19 de junio, el ataque aéreo turco mató a 5 hombres que fueron a un viaje de placer al valle de Balanda cerca de Sheladze después del trabajo. CPT-IK pudo documentar los nombres de cuatro de ellos: Mukhlis Adam, Azad Mahdi, Deman Omar y Ameen Salih.

El 25 de junio, un avión no tripulado turco bombardeó una tienda de comestibles en un área de picnic de Kuna Masi, mientras que muchas familias se encontraban cerca. El ataque le cortó la pierna a Peyman Talib, una mujer de 31 años, desde la rodilla hacia abajo, también le rompió la otra pierna en muchos lugares, y le quemó los dos brazos. El esposo de Talib, Keywan Kawa, de 30 años, y sus dos hijos, una niña de 7 años y un niño de 5 años, también resultaron heridos en el ataque.

El 10 de julio, los residentes de la aldea de Avla, subdistrito de Batifa, provincia de Duhok, huyeron de sus hogares después de que las fuerzas turcas arrojaron 26 bombas sobre la aldea.

El 11 de julio, la artillería turca atacó la aldea de Bedihe en la provincia de Duhok con seis morteros que causaron daños a 10 hogares. También se ha dañado arboledas y huertos de locales en el área.

Las operaciones Garra de Águila y Garra de Tigre son una extensión de una guerra de tres décadas que el Turquía lleva adelante contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el territorio de la región del Kurdistán en Irak. Según la documentación de CPT-IK, desde agosto de 2015, aviones de combate turcos, drones, bombardeos de artillería y armas automáticas mataron al menos a 85 civiles e hirieron a más de 95. De las 85 muertes, 15 civiles fueron asesinados solo en los primeros seis meses de 2020. Las operaciones turcas vaciaron más de cien aldeas y causaron un deterioro preocupante de la seguridad y la seguridad económica de varias miles de familias.

CPT-IK pidió al Gobierno de Turquía que respete la vida de los civiles y ponga fin a sus operaciones militares en el territorio de Irak.