Crímenes de guerra del estado alemán en Kurdistán

Los gases venenosos y las armas químicas de fabricación alemana se han utilizado en guerras en Kurdistán durante todo el siglo pasado, no solo en la masacre de Dersim en 1938.

Surgieron nuevos documentos relativos al uso de gases de fabricación alemana en el genocidio de Dersim, que comenzó en 1937 y terminó en 1938. Berlín negó tener conocimiento del asunto. Pero el periódico Dersim Gazette y Yeni Ozgur Politika publicaron documentos que demuestran que el estado turco compró gas venenoso a la Alemania nazi, por una orden firmada por Mustafa Kemal Ataturk.

El gobierno federal alemán no hizo ninguna declaración al respecto de los documentos, mientras que la diputada de Die Linke, Ulla Jelpke, habló con la ANF y dijo que los gases de fabricación alemana se usaron en crímenes cometidos en Kurdistán, desde Dersim hasta Halabja. 

Kurdistán no es ajeno a las armas de fabricación alemana. No solo en el norte de Kurdistán: en todas partes, el ejército turco y otras fuerzas colonialistas han adquirido una parte significativa de su arsenal de Alemania.

Durante el reinado de Saddam Hussein, el ejército iraquí compró las armas que usaban en el sur de Kurdistán a Alemania. Lo mismo hizo el estado turco en la guerra sucia en el norte de Kurdistán en la década de 1990. Los tanques Leopard, los panzers, los vehículos BTR 60 -como se vieron en Cizre en 1992 y Besiri en 2006-, rifles G3 y G36 y más equipos militares, fueron fabricados en Turquía con licencia de Alemania.

El gas venenoso y las armas químicas utilizadas contra la población civil y la guerrilla en Kurdistán se compraron a Alemania, como se documentó varias veces. La siguiente es una línea de tiempo de cuando Alemania brindó gases venenosos a las potencias colonialistas para ser utilizados en varios lugares en Kurdistán, durante el siglo pasado. 

El gas en Halabja

El 16 de marzo de 1988, los gases químicos que llovieron en la provincia de Halabja en el sur de Kurdistán le costaron la vida a al menos cinco mil civiles kurdos. Este ataque abrió una herida en Kurdistán que aún no se ha curado. Fueron fabricados en en Samarra por el régimen de Saddam Hussein. Pero en muchas etapas de la fabricación, participaron empresas alemanas.

The Water Engineering Trading Company envió a Samarra la técnica de empernado para ser utilizada en la fabricación del gas. El fabricante bávaro de autopartes WET vendió 7 millones de marcos de bombas y detonadores. El régimen de Saddam compró productos químicos y equipos de laboratorio de la compañía Karl Kolb en Hessen, Alemania para obtener los gases.

Años más tarde, organismos independientes informaron que las empresas alemanas tenían al menos un 52% de participación en la fabricación de las bombas Halabja. Saddam había comprado armas por valor de 625 millones de dólares a Alemania entre 1982 y 1986. En 1990, el papel de Alemania en la masacre de Halabja se puso sobre la mesa. El gobierno de Kohl en ese momento, respaldó a los comerciantes de armas.

Solo en agosto de 1990 los fiscales alemanes pudieron tomar medidas, y 7 administradores de las compañías Karl Kolbe y WET recibieron órdenes de arresto. Pero no se comprobó que las compañías vendieran armas a Saddam Hussein, ya que las ventas se realizaron a través de canales ilícitos. La inteligencia alemana había hecho la vista gorda a esto.

Los periodistas alemanes Hans Leyendecker y Richard Rickelmann escribieron un libro titulado “Exportando la muerte: el escándalo de las armas alemanas en el Medio Oriente", donde explicaron en detalle cómo las empresas alemanas cooperaron con Saddam Hussein y cómo Alemania se convirtió en cómplice de Halabja.

Productos químicos usados contra la guerrilla

Aunque prohibidos por el derecho internacional, en los 30 años de guerra, el ejército turco ha utilizado gases fabricados en Alemania contra los guerrilleros del PKK y las HPG, como se demostró en varias ocasiones. El ejemplo más flagrante de estos actos criminales se vio en el asesinato de 20 guerrilleros del PKK en una cueva, en la región de Ballikaya de Sirnak el 11 de mayo de 1999.

Roj TV y ANF publicaron en 2011 imágenes de video grabadas durante los enfrentamientos de ese día por el ejército turco. Un soldado fue visto en el video diciendo: “Nuestros soldados se enfrentan a una amenaza de envenenamiento en este momento. Pero marchan, como bestias, como héroes. Nos tomamos un día libre, pero el gas sigue siendo efectivo”. Luego se vio a los soldados turos dando una llamada al comandante al frente de la operación, Necdet Ozel, quien años más tarde se convirtió en el Jefe de Estado Mayor.

Algunos fragmentos de bombas recogidos de la región de Ballikaya fueron llevados a Alemania por un periodista de televisión alemán y sometidos a pruebas en un laboratorio. La inspección realizada en el Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Munich detectó rastros del gas CS prohibido, en los fragmentos. La televisión estatal alemana ZDF emitió un programa el 27 de octubre de 1999 titulado Kennzeichen D ("Mark D") donde se demostró que el gas RP707 había sido vendido a Turquía desde 1995 por la Compañía Buck & Depyfag, con la aprobación del gobierno.