La sesión del Consejo de Derechos Humanos, inaugurada en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra el 25 de febrero, continúa debatiendo sobre violaciones de derechos humanos en 40 países.
Hablando en la sesión sobre la política de Turquía en Siria, el analista estadounidense de conflictos internacionales, el Dr. Thoreau Redcrow, llamó la atención sobre la ocupación turca de Afrin.
Redcrow comenzó su discurso condenando la invasión de Afrin llevada a cabo por el Estado turco y añadió: “Me gustaría llamar la atención sobre lo que está sucediendo en Rojava, o el Norte de Siria, que está bajo la ocupación del estado turco.
Después de que el ejército turco invadiera Afrin, la vida se convirtió en una pesadilla para la gente de la región. Afrin había dado la bienvenida a miles de refugiados, ya que era una región relativamente pacífica hasta que el Estado de Turquía la ocupó”.
Limpieza étnica a cargo de Turquía
Redcrow subrayó que se está llevando a cabo una política de limpieza étnica en la región desde la ocupación por parte del Estado turco.
“Los emplazamientos del patrimonio histórico kurdo y los edificios en la ciudad fueron destruidos. En esta ciudad ocupada se viven numerosas violaciones de los derechos humanos y delitos como violaciones, asesinatos, secuestros a cambio de rescates e impuestos obligatorios de la sharia. El sistema educativo y los nombres de las calles de la ciudad han sido turquificados. Las aceitunas de la gente de Afrin y los ingresos que produjeron han sido confiscados. Todo esto es una clara indicación de que el Estado turco está llevando a cabo una limpieza étnica en la ciudad”.
Las amenazas de Erdogan requieren una respuesta
Erdoğan “ha estado amenazando con invadir esta región durante varios meses”, dijo Redcrow, y agregó que temía que lo que sucedió en Afrin pudiera suceder en el noreste de Siria y Rojava, donde viven más de 3 millones de personas. “El Ministerio de Defensa de Turquía ha amenazado con destruir a las YPG, YPJ y SDF, las fuerzas que han derrotado al DAESH. Contra esto, la comunidad internacional permanece en silencio”.
La ONU debe actuar
Redcrow pidió a la ONU que declarara la región de Rojava como zona de exclusión aérea, y que tomara medidas contra las amenazas de Erdoğan. “Los pueblos de la región que luchan heroicamente contra el DAESH merecen ser protegidos y vivir en paz. Todos los Estados que están aquí hoy están en deuda con las YPG, YPJ y SDF. Nadie debe permitir que Rojava, que ha luchado contra el DAESH y les ha ganado la partida, esté bajo amenaza”.