Un número aún desconocido de infecciones por corona confirmadas en dos aldeas de la provincia de Hakkari, en Kurdistán del Norte, llevó a la oficina del gobernador a poner en cuarentena las localidades el domingo. Los afectados son varios cientos de habitantes de los pueblos de Dêzê (Kırıkdağ) y Baz (Çanaklı), a los que no se les permite salir de sus casas durante dos semanas. Todas las vías de acceso y salida de los pueblos han sido cerradas.

Mientras tanto, once localidades del distrito de Gever (Yüksekova) están aisladas del mundo exterior. El sábado hubo fuertes lluvias, que causaron que cantos rodados de varias toneladas se soltaran y cayeran en los caminos y senderos. Aunque los trabajos de aseguramiento han comenzado, las inundaciones y los desprendimientos de tierra dificultan el transporte de la maquinaria de trabajo a la zona afectada.