El ejército turco ha utilizado decenas de veces armas químicas proscritas por el derecho internacional de la guerra en su ofensiva militar en las zonas de defensa de Medya, en el sur del Kurdistán, que se lleva a cabo desde el 23 de abril, según informes e imágenes desde el terreno. Las imágenes de las propias filas del ejército turco confirman la sospecha de tales crímenes de guerra. Ulla Jelpke, portavoz de política interior del grupo parlamentario del Partido de la Izquierda, DIE LINKE, dirigió una pregunta escrita al gobierno alemán. El gobierno federal respondió que no tenía "ninguna conclusión más allá de las informaciones de los medios de comunicación". Jelpke critica al gobierno alemán por aplicar un doble rasero cuando se trata de informes sobre crímenes de guerra: "En el caso de las supuestas operaciones con gas venenoso en Siria, el gobierno alemán se apresuró a acusar al gobierno sirio sin ningún hallazgo verificado. Pero cuando su propio socio de la OTAN es sospechoso de utilizar esos agentes de guerra prohibidos, se escuda en que no tiene 'inteligencia propia más allá de los informes de los medios de comunicación'".
dijo Jelpke: "En lugar de cubrir los ataques de Turquía contra la región del Kurdistán con una lealtad ciega a la alianza, el gobierno alemán debería hacer todo lo posible para investigar estas acusaciones".
El Gobierno Federal indicó además en la respuesta, que la situación en el norte de Irak es "regularmente objeto de discusiones del Gobierno Federal con todos los actores involucrados, así como con representantes del gobierno turco". Sin embargo, Jelpke acusa al Gobierno Federal de mentir: "La guerrilla kurda, contra la que se dirige oficialmente la ofensiva turca, pertenece ciertamente a los actores implicados en esta guerra. Sin embargo, un portavoz de la organización paraguas Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), a la que pertenecen el PKK y sus guerrillas, aclaró a mi oficina que no había habido contactos recientes de ningún tipo entre el gobierno alemán y la KCK o las guerrillas. En lugar de difundir mentiras, el gobierno alemán debería buscar realmente conversaciones con todos los actores implicados, incluido el PKK. Sólo un diálogo con todas las fuerzas sobre el terreno puede contribuir a la desescalada de la situación en el Kurdistán, que se agravó aún más con el bombardeo del campo de refugiados de la ONU, Makhmur, en el norte de Irak, por parte de la aviación turca durante el fin de semana. Pero, lamentablemente, el gobierno alemán también guarda silencio sobre este crimen de guerra cometido por su socio de la OTAN".