La Junta Ejecutiva Central del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) hizo una declaración escrita el jueves sobre los ataques aéreos del estado turco contra Shengal.

"El gobierno del AKP mantiene todas sus políticas para cubrir la crisis actual. De hecho, insiste en una de las causas de la crisis, la política de guerra y la violencia, con la esperanza de aniquilar a la oposición, mediante el levantamiento del nacionalismo y la xenofobia".

La declaración indicó también que "El último ataque contra la sociedad Yazidi tuvo lugar el 15 de agosto. Aviones de combate turcos atacaron la aldea de Kocho, una de las escenas más afectadas por la masacre del DAESH (ISIS) en 2014".

El HDP subrayó que "no existe una razón legítima y justificable para el asalto llevado a cabo por aviones de combate turcos en el aniversario de la masacre de 2014. El AKP está llevando a cabo las mismas políticas llevadas a cabo en los años 90 contra los kurdos en Kurdistán del Norte, cuando miles se vieron obligados a abandonar sus casas".

La declaración recordó que el estado turco nunca aceptó el hecho de que los kurdos reconstruyeron una nueva vida en el campamento de Makhmur, implementando allí la nueva forma de gobierno que Turquía ha tratado de destruir todo el tiempo.

El HDP también señaló que "el nuevo ataque a Shengal se llevó a cabo después de las conversaciones entre Turquía y el gobierno iraquí, lo que prueba que la alianza contra los kurdos y el statu quo en Oriente Medio continúa. De hecho, el intento es ocultar las verdaderas razones de la crisis con políticas de guerra".

Recordando que el Ministro de Asuntos Exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu se opuso al ataque en la ciudad de Idlib, donde los mercenarios al-Nusra y el ISIS se trasladaron, diciendo al Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que "el ataque significará una masacre de civiles", el comunicado del HDP agregó: "Tal 'sensibilidad humanitaria' hacia los civiles ha desaparecido inmediatamente cuando se trata de evitar la matanza de kurdos, yazidíes, alevies y otros grupos étnicos".

"Alrededor de 90,000 civiles viven en Shengal" detalló el HDP, y "Turquía no tuvo problemas para bombardearlos en el aniversario de la masacre de Kocho. La gente de Shengal está regresando a sus ciudades y pueblos para tratar de reconstruir sus vidas".

La declaración terminó con la más enérgica condena de los ataques contra Shengal: "Nos gustaría subrayar una vez más que la guerra lejos de resolver problemas solo los aumenta y los profundiza aún más".