El 9 de octubre de 2019, el ejército turco, dirigido por tropas mercenarias yihadistas y de extrema derecha, marchó hacia el noreste de Siria y ocupó la región alrededor de las ciudades de Girê Spî (Tall Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain). Bajo esta ocupación comenzó un reinado de terror. Decenas de miles de personas fueron desplazadas. Como la ONU también ha documentado, la tortura y los secuestros están a la orden del día. Los prisioneros también son repetidamente deportados a Turquía o asesinados.

En su declaración en el aniversario de la invasión, el Consejo Democrático Sirio (MSD) pide una investigación independiente de los crímenes del régimen del AKP / MHP y las tropas que lo vinculan. La declaración dice lo siguiente: "El Estado turco ha expulsado a los verdaderos ciudadanos de esta tierra. Los que permanecieron en las ciudades ocupadas se enfrentan a todo tipo de represión y opresión. Sus casas y campos son saqueados. Los niños, las mujeres, los ancianos, los discapacitados, todos los civiles están expuestos a secuestros y torturas que a menudo llevan a la muerte".

La declaración añade: "El Consejo Democrático Sirio condena enérgicamente la ocupación de Serêkaniyê y Girê Spî. Hacemos un llamamiento al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a los países activos en Siria, como los Estados Unidos y Rusia, así como a la opinión pública internacional, para que pongan fin a la ocupación del Estado turco y asuman su responsabilidad para que las personas desplazadas puedan regresar a sus hogares".

También pedimos una comisión internacional independiente que investigue los crímenes de guerra en Serêkaniyê y Girê Spî, incluido el asesinato del Secretario General del Partido del Futuro de Siria, Hevrîn Xelef".