La Cámara de Representantes holandesa reconoció los crímenes del Estado Islámico contra la comunidad yazidí como genocidio y crímenes contra la humanidad. La mayoría del parlamento votó a favor de la moción de la diputada del CDA Anne Kuik.
El Parlamento Europeo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y la Cámara de Representantes de Estados Unidos ya han calificado de genocidio las atrocidades que el ISIS ha cometido contra los yazidíes y los cristianos desde 2014. La Cámara de Representantes holandesa envió una señal similar y aumentó la presión internacional.
Junto con el reconocimiento del genocidio, se aprobaron cuatro resoluciones más. Las voces de los yazidíes deben ser escuchadas en los juicios contra los miembros del ISIS en Holanda, y las víctimas del genocidio tendrán derecho a una compensación. El parlamento holandés quiere trabajar para garantizar que los miembros del ISIS sean llevados ante la justicia allí donde hayan cometido sus crímenes. Hay que apoyar a las mujeres y niños yazidíes afectados por la barbarie del ISIS. El gobierno holandés también debería ayudar a reconstruir Shengal.
El genocidio aún no ha sido reconocido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni por un tribunal internacional. Durante un debate parlamentario sobre el ISIS la semana pasada, la ministra de Asuntos Exteriores, Sigrid Kaag, dijo que los Países Bajos estaban trabajando para conseguirlo.
En mayo, un equipo de investigación de las Naciones Unidas concluyó que los crímenes cometidos por el ISIS contra las minorías étnicas y religiosas, incluidos los yazidíes, constituyen un genocidio. La moción del CDA se inspira en el Parlamento federal belga, que la semana pasada reconoció los crímenes contra los yazidíes como genocidio.
Antecedentes
El último genocidio de los yazidíes comenzó el 3 de agosto de 2014 con el ataque del ISIS a la principal zona de asentamiento yazidí de Shengal, en el sur del Kurdistán. Los que pudieron salvarse en el caluroso día de verano huyeron a las montañas. Innumerables niños y ancianos murieron de sed en el camino. Los hombres que no pudieron huir fueron brutalmente asesinados. Miles de mujeres y niñas yazidíes fueron secuestradas y vendidas, abusadas y violadas en los mercados de esclavos del ISIS. Los niños secuestrados fueron entrenados para ser terroristas suicidas. Según estimaciones recientes, al menos 10.000 personas fueron asesinadas y más de 400.000 fueron expulsadas de sus hogares. Alrededor de 2.500 mujeres, hombres y niños yazidíes siguen desaparecidos a día de hoy.