El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, realizó el lunes una videoconferencia en la que pidió un inmediato cese del fuego en todos los rincones del mundo en medio de una movilización mundial para contrarrestar la pandemia del coronavirus:

"Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: COVID-19. Al virus no le importa la raza o la nacionalidad, la facción o la fe. Ataca a todos, implacablemente. Mientras tanto, los conflictos armados continúan en todo el mundo. Los más vulnerables - mujeres y niños, personas con discapacidad, los marginados y los desplazados - pagan el precio más alto. También son los que corren el mayor riesgo de sufrir pérdidas devastadoras a causa de COVID-19. No olvidemos que en los países asolados por la guerra, los sistemas de salud se han derrumbado. Los profesionales de la salud, que ya son pocos, han sido a menudo blanco de ataques. Los refugiados y otras personas desplazadas por conflictos violentos son doblemente vulnerables. La furia del virus ilustra la locura de la guerra. Poner fin a la enfermedad de la guerra y luchar contra la enfermedad que está asolando nuestro mundo. Por eso hoy, hago un llamamiento para un inmediato cese del fuego global en todos los rincones del mundo. Es hora de poner el conflicto armado bajo llave y concentrarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas".

Guterres continuó: "A las partes en guerra, digo: Retírense de las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silenciad las armas; detened la artillería; acabad con los ataques aéreos. Esto es crucial... Para ayudar a crear corredores para la ayuda vital. Para abrir preciosas ventanas para la diplomacia. Para llevar esperanza a los lugares entre los más vulnerables a COVID-19."