El taller sobre el Acuerdo de Lausana concluye con una declaración final

La declaración final del taller celebrado en el norte y este de Siria sobre el Acuerdo de Lausana afirma que "las fuerzas kurdas deben firmar un acuerdo nacional independientemente de sus diferencias de opinión".

El taller "Lausana: Corregir y resolver los problemas regionales de estabilidad y seguridad" organizado por el Centro Rojava de Estudios Estratégicos (NRLS) finalizó. En el taller celebrado en Hesekê participaron 200 personas procedentes de las ciudades del Kurdistán, el norte y el este de Siria, Rusia, países árabes y personalidades internacionales, partidos políticos, académicos, movimientos de mujeres, instituciones sociales e intelectuales. La periodista Amara Bawer leyó en kurdo la declaración final del taller de dos días, mientras que Rakan Şêxê, miembro del NRLS, lo hizo en árabe.

Lausana legitimó el genocidio

La declaración final del taller decía: "Los participantes confirmaron que el Tratado de Lausana, llamado acuerdo de paz, no trajo la paz y la estabilidad al pueblo kurdo y a los pueblos de la región, sino que legitimó el genocidio de pueblos y culturas. Declaró la guerra a estos pueblos estableciendo Estados-nación".

La declaración continuaba: "Este tratado allanó el camino para la conclusión de muchos acuerdos de seguridad entre los estados de la región con pasos como el desarrollo nacional, el cambio demográfico, el terror político y el cambio de los hechos históricos, y negando la existencia del pueblo kurdo. Los problemas políticos, económicos y de seguridad de la región son el resultado de los políticos que aceptaron este tratado.

Exigencias y sugerencias

  En la declaración final se enumeraron las siguientes sugerencias y demandas:

"*Confirmamos que el Tratado de Lausana no ha sido capaz de lograr la paz y la estabilidad regionales ni siquiera después de haber transcurrido un siglo. Los estados responsables de este acuerdo deben corregir y resolver los problemas derivados de este tratado. Deben dejar de apoyar a los Estados que utilizan este tratado para sus propios intereses y poner fin a la persecución del pueblo kurdo.

* Según los tratados de derechos humanos y las Naciones Unidas, los Estados influyentes en la política internacional deben aceptar la causa kurda y reconocer el derecho del pueblo kurdo a la autodeterminación política, cultural, económica, social y de seguridad. Este derecho debe reconocerse en el marco de un acuerdo nacional y este acuerdo debe aplicarse junto con los Estados que se reparten el territorio del Kurdistán.

* Para proteger al pueblo kurdo del genocidio, las fuerzas kurdas deben reforzar y coordinar sus capacidades políticas, económicas y militares. Sobre esta base, las fuerzas kurdas deben firmar un acuerdo nacional independientemente de sus diferencias. Todas las partes deben acatar este acuerdo.

* El pueblo kurdo es muy sincero en esta región, no supone una amenaza para los pueblos vecinos, por lo que los Estados que se reparten los territorios del Kurdistán deben reconsiderar sus políticas hacia los kurdos y su derecho a la vida y aceptar los derechos de los kurdos.

* Como idea y filosofía, la nación democrática se presenta como una posible solución a los problemas y a favor de la paz regional, la protección de las antiguas culturas de la región frente al extremismo y la liberación del pueblo frente a la indiferencia. Este proyecto se está llevando a cabo en el norte y el este de Siria bajo el techo de la Administración autónoma.

* Se debe proporcionar protección, apoyo y reconocimiento internacional a la Administración Autónoma, que deriva su legitimidad de sus instituciones de servicio, políticas y militares.

* La continuación de los ataques contra el pueblo kurdo en las cuatro partes del Kurdistán es la continuación del Acuerdo de Lausana, que legitima la matanza y el desplazamiento del pueblo kurdo por parte de los estados nacionalistas.

* Los participantes afirmaron que los enemigos públicos no cumplen ninguna norma ni acuerdo internacional. Por ello, los participantes piden a las potencias internacionales que definan un mecanismo y, en consecuencia, obliguen a los Estados criminales a cumplir las leyes y los tratados.

* Afirmamos que la única manera de superar las consecuencias del Acuerdo de Lausana y evitar nuevos acuerdos opresivos en la región es confiar en el poder del pueblo. Por esta razón, los participantes del grupo de trabajo hacen un llamamiento a la comunidad internacional, junto con todos sus órganos relevantes, para que cumplan con sus responsabilidades contra las políticas de abandono, negación y genocidio. También hacemos un llamamiento a los comités jurídicos y a las partes interesadas del norte y el este de Siria para que sigan las recomendaciones del grupo de trabajo a las partes internacionales pertinentes."