El 17 de junio, un asaltante armado, Onur Gencer, atacó la oficina del HDP en la provincia occidental turca de Esmirna. Deniz Poyraz, hija de un empleado del partido, se encontraba en la oficina y perdió la vida a consecuencia de los disparos del asaltante. 

El local, que estaba bajo vigilancia policial las 24 horas del día, fue incendiado por el agresor.  En su primera declaración a la policía tras la detención, el atacante, de 27 años, dijo: "No tengo ninguna relación con nadie. Entré en el edificio porque odiaba al PKK y disparé al azar".

El agresor también declaró que "su objetivo era encontrar a unas cuantas personas allí", y añadió que "si hubiera habido otras, también les habría disparado".

El atacante racista ha sido trasladado al juzgado a primera hora de hoy, tras los trámites de la custodia policial, y ha ingresado en prisión preventiva.

Según el copresidente del HDP, Mithat Sancar, que habló ayer sobre el ataque, hoy debía celebrarse en el edificio una reunión de la junta directiva con unas cuarenta personas. La reunión había sido aplazada con poca antelación. "No se trataba sólo de asesinar a una persona. Se trataba de una masacre", explicó.

Según las cuentas del asesino en las redes sociales, se entiende que no es una persona corriente y que planificó el ataque de antemano. En la cuenta de Instagram del agresor se pueden ver armas y comentarios racistas.

Hay muchas fotos del atacante con una pistola en la mano. Entre los diferentes modelos de pistolas también hay armas de cañón largo en sus posts. Además, algunas de estas fotografías fueron tomadas en las ciudades de Rojava y Siria ocupadas por el Estado turco. Las fotos muestran que el atacante recibió entrenamiento militar.

En una foto titulada "Memoria de Siria", parece sostener un arma de cañón largo en un frente de batalla en la ciudad de Manbij, al noreste de Siria. En otra foto tomada en Alepo, se ve a Gencer, con camuflaje militar, haciendo el signo del Lobo Gris, asociado al grupo paramilitar ultranacionalista llamado idealistas. 

Estas fotografías muestran que el atacante participó en estructuras paramilitares respaldadas por el Estado turco y que estuvo en Siria en los últimos años.

Hasta ahora han surgido diversas informaciones y documentos que indican que Turquía ha utilizado estas estructuras paramilitares en la guerra civil de Siria.