Debido a la represión del Estado turco, el patriota kurdo Osman Aslan se trasladó a Alemania y su solicitud de asilo fue aceptada en 1994. El pasado mes de junio, fue arrestado mientras estaba de vacaciones en Eslovenia por una notificación roja emitida por la Interpol. A pesar de que tenía la condición de refugiado político en Alemania, compareció ante el juez el 30 de julio.

Ante la solicitud de extradición de Turquía, el tribunal esloveno no liberó al hombre kurdo argumentando que los documentos requeridos no habían sido presentados desde Alemania. Aslan sigue detenido y se enfrenta a la extradición a Turquía en virtud de la notificación de la Interpol.

La situación de Aslan sigue siendo incierta a pesar de los llamamientos hechos por organizaciones no gubernamentales, asociaciones de refugiados y la rama del Partido de Izquierda del estado de Renania del Norte-Westfalia donde vive.

No es la primera vez que Eslovenia colabora con el Estado turco a través de la Interpol contra los patriotas kurdos y los críticos del régimen Erdoğan. El año pasado, İsmet Kılıç, que reside en Duisburgo, fue encarcelado en Eslovenia a petición de Turquía y fue liberado después de tres meses sólo gracias a los esfuerzos de las ONG y los partidos de la oposición en Alemania.

El gobierno del AKP-MHP sigue utilizando a la Interpol como medio para silenciar a la oposición y a los ciudadanos kurdos que viven en Europa. Muchas personas de Turquía y el Kurdistán fueron arrestadas ilegalmente a través de la Interpol en ciudades europeas a pesar de estar bajo protección con estatus de refugiado, y terminaron tras las rejas donde tuvieron que pasar meses.