Como resultado de la explosión en una tienda de municiones en Idlib, 39 personas murieron, 12 de ellas niños, mientras que al menos 45 resultaron heridas.

Las autoridades dicen que también hay un gran número de desaparecidos.

Según el Human Rights Watch sirio, que hizo una comunicado sobre el tema, aún no se sabe qué causó la explosión.

Enviaron soldados a la escena para tratar de salvar y rescatar a los supervivientes. Los equipos especiales han utilizado bulldozers para remover los escombros.

Las fachadas de los edificios cerca de la tienda también fueron severamente dañadas por la explosión.

Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dijo que la explosión ocurrió en la casa de un traficante de armas. Rahman también enfatizó que la persona en cuestión es miembro del grupo mercenario Tahrir al-Sam.

También se entendió que la mayoría de las víctimas eran de la familia mercenaria.