En Amed (tr. Diyarbakir) y Estambul, familiares de las y los presos políticos volvieron a salir a la calle para exigir la liberación de quienes estan detenidos y gravemente enfermos. La situación en las prisiones turcas es cada vez más precaria. En los últimos meses, varios presos enfermos han muerto porque no recibieron tratamiento médico o recibieron uno inadecuado. A pesar de la incapacidad manifiesta, no se suspende la ejecución de las penas de los enfermos graves. Otros no son puestos en libertad después de cumplir su condena regular porque no renuncian a sus convicciones políticas.

Por ello, se está realizando una vigilia permanente de familiares en Amed, que se trasladó este jueves frente al edificio del juzgado. Las y los familiares fueron apoyados en su acción por el colegio de abogados ÖHD, el diputado del HDP, Dersim Dağ, y los co-presidentes de la Asociación del HDP en Amed, Zeyyat Ceylan y Gülistan Atasoy, también estuvieron presentes. La policía trató de impedir que emitieran un comunicado de prensa, pero solo después de una presión persistente se pudo hacer cumplir la acción. A numerosos representantes de organizaciones de la sociedad civil no se les permitió ingresar al lugar de la manifestación.

Inci Güler, quien tiene familiares encarcelados, exigió la liberación de las y los presos enfermos en un discurso, declarando: "Deben ser liberados de inmediato, porque para cuando llegue a casa, es posible que hayan muerto más". Su compañera de campaña, Nuray Abay, agregó: "Queremos la paz. Ni las madres de los guerrilleros ni las de los soldados deben seguir llorando. Liberad a los presos enfermos antes de que salgan de la cárcel en un ataúd".

También tuvo lugar una protesta en Estambul frente al edificio judicial en Çağlayan. Entre otros, la y el  parlamentario del HDP Oya Ersoy y Musa Piroğlu participaron en la manifestación organizada por la iniciativa "Solidaridad con los presos". En un discurso, Ersoy llamó a las cárceles una "herida sangrante de Turquía" y dijo que la violación de los derechos de los presos ha adquirido una dimensión sin precedentes: "Durante años, los familiares han estado exigiendo la liberación de los presos enfermos. El gobierno está ignorando esta demanda. Si queremos vivir en igualdad, libertad y fraternidad en este país, debemos dar voz a los enfermos y a todos los demás presos".