El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, hicieron ayer un llamamiento para poner fin a la ofensiva turca contra los kurdos en el nordeste de Siria, alertando de terribles consecuencias humanitarias y un impulso para el Estado Islámico.

“Nuestros deseo común es que la ofensiva turca cese”, dijo Macron en una rueda de prensa junto a Merkel, quien dijo que había hablado con el líder turco Recep Tayyip Erdogan durante una hora y le había dicho: “Debemos poner fin a esta invasión de Turquía”.

“Hay razones humanitarias de peso”, dijo Merkel a los periodistas, añadiendo: “No podemos aceptar esta situación contra los kurdos por más tiempos. Debe encontrarse necesariamente otra solución”.

Por su parte, Macron ha dicho que la ofensiva corre el riesgo de generar “situaciones humanitarias insoportables” mientras ayuda a los yihadistas del ISIS, contra quienes los kurdos habían luchado, a “re-emerger en la región”.