Mientras el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, se estrechaban la mano ayer, el lema "Erdoğan asesino" resonaba en Atenas. Activistas kurdos, anarquistas, miembros de la Iniciativa Popular de Rojava y revolucionarios de Turquía se reunieron bajo banderas del PKK para protestar contra el dictador turco.
Las y los activistas portaban una pancarta que decía "Detengan el genocidio en Kurdistán" y coreaban los lemas "Libertad para Öcalan" y "Viva la resistencia carcelaria". Los discursos condenaron el apoyo internacional al fascismo turco y pidieron una resistencia conjunta.
Después de un prolongado período de heladas, que incluyó amenazas de guerra por disputas sobre las reservas de gas natural en el Mediterráneo oriental, Atenas y Ankara se han estado acercando desde el terremoto en la región fronteriza entre Turquía y Siria en febrero pasado. El punto culminante del deshielo hasta el momento es la visita de Erdoğan a Atenas el jueves. Grecia y Turquía han acordado mejorar sus relaciones mediante una serie de medidas de fomento de la confianza.