A pesar de las persistentes políticas de confrontación del gobierno en Ankara, Turquía se ha librado de las sanciones de la UE.

En lugar de un embargo de armas de la UE o de sanciones directas, los jefes de Estado y de gobierno europeos cedieron ante el régimen turco en la cumbre de la UE en Bruselas. Sólo se sancionará a unas pocas empresas y personas involucradas en las actividades de perforación ilegal para la exploración de gas natural en el Mediterráneo. Otras demandas hechas por muchos estados de la UE no encontraron el apoyo unánime necesario. En cambio, se acordó una nueva oferta de diálogo al gobierno de Ankara.

Por lo tanto, la oferta de "una agenda positiva de la UE y Turquía" sigue sobre la mesa. El requisito previo es que Turquía se declare dispuesta a "resolver las diferencias mediante el diálogo y de conformidad con el derecho internacional".

La portavoz del HDP, Ebru Günay, reaccionó con indignación al resultado de la reunión y acusó a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de "política hipócrita". Günay pidió a Europa que renuncie a la posición de hacer de los derechos humanos y la democracia una moneda de cambio. "Hasta ayer, el AKP dependía de fuerzas externas para mantener su régimen represivo. Sin cambiar su curso político, se apoya en otros para prolongar su existencia."

Günay señaló la complicidad de la UE en relación con el establecimiento de un régimen autoritario en Turquía: "Ignorar estas estructuras antidemocráticas, que el gobierno del AKP ha consolidado a lo largo de los años para utilizarlas en la persecución y represión de su propio pueblo, ha significado que nada ha cambiado. Durante años Europa ha observado 'con preocupación' el pisoteo de los derechos humanos. Esta situación no se limita a Turquía, sino que ahora también afecta a Siria, Libia, Grecia y Armenia".

Según la diputada del HDP, los derechos humanos y la democracia son parámetros fundamentales de la política europea. Pero evidentemente están en tensión con otros objetivos políticos, como las relaciones comerciales exteriores. "La UE debería defender las libertades. En cambio, tolera la detención ilegal de políticos, activistas de derechos humanos y periodistas, ayudando así al AKP a mantener vivo su régimen. Pedimos un enfoque hacia Ankara basado en los valores de los derechos humanos y la democracia".