Hoy se ha presentado la iniciativa internacional ‘Defender el Kurdistán contra la ocupación turca’ en Hewlêr (Erbil). Los activistas de la iniciativa exigen el cese inmediato de los ataques turcos contra el Kurdistán del Sur (Bashur) y la retirada de todas las tropas turcas y de los mercenarios.
El siguiente es el documento publicado por la iniciativa:
“Cerca de 150 políticos, defensores de los derechos humanos, periodistas, académicos, parlamentarios, activistas políticos, ecologistas y feministas de toda Europa, del Kurdistán y de todo el mundo hemos seguido de cerca los peligrosos acontecimientos derivados de los ataques de Turquía contra Bashur (norte de Irak) desde el 23 de abril de 2021. Como resultado, nos hemos reunido hoy en Erbil y hemos decidido que debemos hablar.
Muchas otras organizaciones y personas que no pueden estar aquí hoy por diversas razones también han expresado su solidaridad y apoyo a nuestra iniciativa internacional.
Con una sola voz unida de claridad moral, queremos condenar la actual ocupación militar turca de Bashur y solidarizarnos con el pueblo y las fuerzas de resistencia kurdas en la protección de su patria.
En abril, el Estado turco inició una nueva y amplia campaña militar en Bashur, en las regiones de Matina, Zap y Avashin. En estas regiones continúan los intensos combates, en los que las fuerzas guerrilleras kurdas resisten ferozmente ante esta invasión ilegal. Estos ataques a gran escala tienen como objetivo no sólo las fuerzas guerrilleras kurdas, sino también los logros del pueblo kurdo, con el fin de ocupar el Kurdistán del Sur. Hasta la fecha, la respuesta a estos ataques en el ámbito internacional ha sido lamentablemente silenciosa. Aprovechando este silencio, el régimen turco ha puesto en marcha su plan para ocupar toda Rojava (la región del Norte y el Este de Siria) junto a Bashur. Con ello, Turquía está decidida a limpiar étnicamente esta vasta zona -de 1.400 km de longitud-, desde el noroeste de Siria hasta la frontera iraquí-iraní. Al mismo tiempo, Turquía está librando una guerra con drones contra el campo de refugiados de Makhmur, lo que constituye una flagrante violación del derecho internacional. En relación con esta política de limpieza étnica, el ejército turco también espera despoblar la región de Sinjar, hogar de los yazidíes, y lograr así lo que el ISIS no pudo.
Desde el verano de 2012, los kurdos de Rojava y el nordeste de Siria han trabajado mano a mano con las comunidades locales de árabes, asirios, turcomanos y armenios, con quienes han liderado una revolución que ha establecido una Administración Autónoma que es democrática y empodera a las mujeres. En respuesta a ello, Turquía ha utilizado militantes yihadistas para atacar directamente estas zonas de Rojava, incluyendo Afrin, Azaz, Jarablus, Sere Kaniye y Gire Spi (Tal Abyad), con la esperanza de ocupar y destruir los logros de esta Administración dirigida por mujeres. Durante estas ocupaciones en curso, Turquía ha diseñado el cambio demográfico de la zona, la violación sistemática y la esclavización de las mujeres, provocando el desplazamiento masivo de la gran población kurda y de otras poblaciones civiles como parte de su estrategia para turquificar y finalmente anexionarse estas tierras.
Pero los problemas no sólo se encuentran en el extranjero. De hecho, el último ejemplo de la implacable hostilidad de Erdoğan hacia las conquistas políticas y sociales kurdas procede de la propia Turquía, y su intento de ilegalizar el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Este es el último paso de una campaña de años contra el HDP, una alianza progresista de partidos, organizaciones e individuos democráticos kurdos y turcos, que ha llevado al encarcelamiento de más de diez mil de sus miembros.
Desgraciadamente, la región del Kurdistán (KRG) y el gobierno iraquí han hecho poco para detener el intento de ocupación de Turquía. En particular, nos ha decepcionado ver cómo los funcionarios del Partido Democrático del Kurdistán (KDP) han intentado incluso legitimar la ocupación turca. Sea cual sea la presión económica de Ankara, el KDP no debe permitir que le conviertan en un apoderado de Turquía, pues las consecuencias de esta guerra pueden ser graves para todo el Kurdistán y la región.
El mundo también debe reconocer que Turquía está intentando llevar a cabo un genocidio contra el pueblo kurdo. Para ello, el presidente turco Erdoğan no ha ocultado su ambición de restaurar la gloria perdida del Imperio Otomano reconquistando su antiguo territorio. Y sólo el movimiento de resistencia kurdo está impidiendo la plena ocupación del Kurdistán y la aniquilación de los derechos políticos de los kurdos. La actual resistencia armada en Zap, Avashin y Metina ha convertido al Kurdistán en un baluarte de desafío, no sólo para los kurdos, sino para todos los pueblos de la región más amplia amenazados por el expansionismo neo-otomano turco.
Así, paralelamente a las campañas militares turcas contra los kurdos en Siria, Turquía e Irak, Erdoğan se ha inmiscuido en varias zonas de conflicto como Libia, Artsaj/Azerbaiyán, Yemen, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Somalia y Líbano. En relación a esto, están sus amenazas contra numerosas naciones como Grecia, Chipre, Armenia, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Francia.
También debemos reconocer que el régimen de Erdoğan tiene un largo historial de financiación, armamento y apoyo al Estado Islámico (ISIS) y a varios otros grupos yihadistas violentos similares, utilizándolos oficial y extraoficialmente como fuerzas de aproximación para aumentar el alcance del Estado turco en el extranjero. Durante el reciente conflicto de Artsakh, en el que participaron Armenia, Azerbaiyán y Turquía, Erdoğan envió cientos de combatientes yihadistas desde Siria para apoyar a Azerbaiyán y también ha enviado a estos combatientes a Libia para participar en el prolongado conflicto del país. Con estas acciones, Turquía está violando la soberanía de otros países y extendiendo su terrorismo mercenario por todo el mundo.
Erdoğan es muy consciente de la posición geopolítica única de Turquía y la explota en su beneficio. Sabe que su ejército, el segundo más grande de la OTAN, es una fuerza formidable y un baluarte para Occidente. Así, el Estado turco, bajo su gobierno, sigue desafiando abierta y sistemáticamente el derecho internacional y violando las convenciones de derechos humanos. Turquía viola continuamente la soberanía de muchos países. Mientras tanto, la OTAN, las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Consejo de Europa responden con un silencio ensordecedor. Pero la comunidad internacional debe guiarse por la moral y no por la geoestrategia. Y su incapacidad para desafiar el autoritarismo y los crímenes de guerra de Erdoğan, le da efectivamente permiso para continuar su agresión militar. A su vez, también los convierte en conspiradores parcialmente responsables de su destrucción en curso.
Por lo tanto, proclamamos una iniciativa internacional: ¡Defender el Kurdistán contra la ocupación turca!
Con el fin de lograr el cese inmediato de los ataques turcos en Bashur y la retirada de todas las tropas turcas y de los mercenarios islamistas, exigimos lo siguiente:
- Detener la ocupación turca, el cambio demográfico, la inestabilidad y la campaña de limpieza étnica en Bashur.
- Detener la destrucción y explotación de la naturaleza del Kurdistán.
- Poner fin a la complicidad de las potencias internacionales y regionales en el genocidio kurdo.
- Apoyo de todos los partidos, instituciones y pueblos a la resistencia de la guerrilla kurda y a su postura unida contra la ocupación turca.
No al proyecto expansionista neo-otomano de Erdoğan en todo Oriente Medio y el Mediterráneo Oriental”.