Iniciativa internacional: La libertad de Öcalan es el único camino hacia la paz

La Iniciativa Internacional Libertad para Öcalan - Paz en el Kurdistán emitió una declaración en el 23º aniversario de la conspiración internacional que condujo a la captura de Abdullah Öcalan el 15 de febrero de 1999.

La Iniciativa Internacional Libertad para Öcalan - Paz en el Kurdistán emitió una declaración con motivo del 23º aniversario de la conspiración internacional que condujo a la captura de Abdullah Öcalan el 15 de febrero de 1999.

La declaración dice lo siguiente: "Hoy se cumple el 23º aniversario del secuestro y encarcelamiento de Abdullah Öcalan. El secuestro de Öcalan fue un "complot internacional" en el que participaron muchos países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Israel, Alemania y Grecia. Sin embargo, todavía no ha habido una investigación exhaustiva que arroje luz sobre los detalles de este complot y sus ramificaciones.

Tras el secuestro de Öcalan, los kurdos de todas las partes del Kurdistán y de todo el mundo se unieron para impedir algunas de sus consecuencias previstas: la ejecución de Öcalan; el surgimiento de una guerra civil genocida; el colapso del movimiento por la libertad. Incluso en la cárcel, el propio Öcalan hizo una importante contribución, centrándose constantemente en la paz y en una solución política al conflicto en curso.

A pesar de que el historial de genocidios y opresión de los kurdos por parte del Estado turco es bien conocido, los Estados occidentales entregaron a Öcalan pero pidieron a Turquía que se asegurara de que éste tuviera un juicio justo. El juicio espectáculo en Turquía terminó con la esperada sentencia de muerte. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo consideró que el juicio "no fue justo ni imparcial", basándose, sin embargo, en un tecnicismo más que en el fondo. Así, los hechos de la odisea que culminó con el secuestro de Öcalan se han oscurecido aún más y se les ha dado cobertura legal en lugar de aclararlos.

Cuando se levantó la pena de muerte, se introdujo un nuevo nivel de aislamiento en el sistema penal de Turquía: aislamiento total, sin contacto con abogados o familiares y una sentencia de cadena perpetua agravada -sin posibilidad de libertad condicional- en efecto, una sentencia de muerte en cámara lenta. Estos cambios contaron con el apoyo de las instituciones europeas y de Estados Unidos.

A pesar del secuestro, del aislamiento total en condiciones carcelarias atroces y de la cadena perpetua agravada, las instituciones internacionales de derechos humanos no han mostrado ningún interés. Los organismos que no han podido evitar implicarse han legitimado el aislamiento (TEDH) o no han conseguido ninguna mejora (CPT).

Durante 11 años, Abdullah Öcalan fue el único prisionero en una isla declarada zona militar y custodiada por más de 1.000 soldados. Desde 2011, hay otros tres en la isla-prisión. Todos ellos están totalmente incomunicados, incluso sin contacto con la familia o los abogados. Desde hace más de un año, no se sabe nada de Abdullah Öcalan ni de los otros tres presos de la isla-cárcel. El completo silencio de las instituciones europeas las convierte en cómplices.

Somos la "esperanza"

Esto está claro: la guerra y el terror contra los kurdos siempre han sido encubiertos y sistemáticos, basados en los intereses conjuntos de las fuerzas pasadas y presentes en Europa y Oriente Medio. Estados Unidos continúa con esta política. Con su papel crítico en la trama internacional, los EE.UU. entraron en experimentos abiertos e irresponsables en la región, como se puede ver en el terror desatado por Turquía y el ISIS contra el pueblo kurdo en el Kurdistán en su conjunto y en Turquía, Irak y Siria, en prisión o no.

Esperar la restitución de estos estados es el juego del gato y el ratón. La institución de la cadena perpetua agravada es un camino hacia un sistema penitenciario al estilo de Estados Unidos, como el que los negros de ese país llevan décadas luchando. Los presos enfermos mueren por montones, a menudo después de más de 20 años en prisión. En Turquía, como en todo el mundo, se están construyendo complejos penitenciarios más grandes que cualquier otro que se haya visto antes. La lucha de la sociedad kurda demuestra que sólo los círculos y las organizaciones democráticas pueden revertir esta marea. No hay otra fuerza posible.

La resistencia de Abdullah Öcalan y su forma de abordar las cuestiones de la democracia, la paz y la guerra nos han mostrado lo frágiles que son la maquinaria de guerra turca y el sistema mundial, a pesar de sus muestras de poder.

La libertad de Öcalan es el único camino hacia la paz

Con el trato que dan a Öcalan, sus carceleros quieren que los kurdos y sus amigos capten el mensaje: "nunca va a salir; aceptadlo y aceptad que nunca seréis libres". Por lo tanto, es imperativo que exijamos "Libertad para Abdullah Öcalan" con palabras y acciones. Es el poder de los pueblos y de las mujeres el que puede pedir cuentas a estos estados y exigir acciones responsables. Este poder puede crear una vida libre y puede obligar a estos estados a actuar de acuerdo con los principios que se alcanzaron a través de las luchas de antaño: Que suene la libertad. Que escuchen tu voz.
 

El complejo penitenciario de İmralı debe ser disuelto. Los implicados en mantener el aislamiento total en la prisión de la isla de İmralı están actuando ilegalmente y participando en una guerra continua contra el pueblo kurdo.

Una vez más hacemos un llamamiento a todo el mundo para

- presionar a las instituciones internacionales de las que Turquía forma parte, a saber, el Consejo de Europa y las Naciones Unidas, así como a todos los demás organismos políticos y de derechos humanos.

- presionen a sus representantes locales para exigir el fin del aislamiento.

- ayúdanos a conseguir nuestros objetivos: "Libertad para Abdullah Öcalan-Paz en el Kurdistán" ahora".