Del 29 al 31 de julio se llevó a cabo el Festival No Tav en Valsusa, Italia. Miles de jóvenes de toda Italia y partes de Francia se unieron para protestar por la construcción de la línea de tren Tav. Desde los años 80, la empresa pública FS busca construir esta vía con el objetivo de conectar diferentes metrópolis europeas con trenes de alta velocidad, pero esto supondría la destrucción del medio ambiente en el campo italiano y afectaría negativamente a la personas que vivían en él, que verían trastornada su forma de vida en beneficio de los intereses capitalistas.
Por esta razón, cada año esas protestas se convierten en enfrentamientos con la policía cuando los jóvenes del movimiento intentan romper las vallas fuertemente custodiadas que protegen el sitio de construcción. En respuesta, la policía usó gases lacrimógenos contra los jóvenes manifestantes, que provenían de todo tipo de grupos y organizaciones políticas de izquierda, desde anarquistas hasta socialistas y comunistas, movimientos feministas y ecologistas. A pesar de las tácticas brutales de la policía italiana militarizada, que hirió al menos a un manifestante, los manifestantes no retrocedieron y la acción fue un éxito.
Este año, jóvenes internacionalistas también participaron en la protesta. "Sobre todo, pudimos señalar que la solución a la crisis ecológica -y la consiguiente destrucción y explotación de la naturaleza- radica en la ideología de Abdullah Öcalan y su paradigma de confederalismo democrático", dijeron sobre su participación en la edición de este año del Festival "NO TAV".
El movimiento "NO TAV" se fundó en la década de 1990 contra la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad Lyon-Turín. Con varias iniciativas y acciones, y en particular con mucha perseverancia y gran compromiso, el movimiento quiere impedir el proyecto de construcción, que vale miles de millones y destruye la naturaleza y el medio ambiente.