En una conferencia celebrada en Bagdad se abordó la cuestión del campo de Al Hol, en el norte y el este de Siria. En la conferencia estuvieron presentes funcionarios iraquíes, el representante de la ONU en Irak, algunos miembros de la coalición internacional que lucha contra el ISIS y embajadores de varios países.
Después de que las bandas del ISIS fueran derrotadas por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en marzo de 2019, decenas de miles de personas fueron llevadas al campo de Al Hol. Alrededor de 51.000 personas, en su mayoría sirios e iraquíes, permanecen en el campamento. La mayoría son mujeres y niños, a menudo cónyuges e hijos de las bandas del ISIS. También hay unas 8.000 mujeres y niños de 60 nacionalidades distintas que viven en la sección del campo conocida como Edificio Anexo. Los niños se crían en el campo con las enseñanzas del ISIS y esto supone un peligro para el mundo. Pese a la derrota del ISIS, sus células durmientes siguen perpetrando atentados en Irak, Siria y el norte y este de Siria. En los últimos años se han denunciado crímenes horrendos en Al Hol.
"Acabar con el problema del campo de Al Hol se ha convertido en una cuestión del más importante interés nacional para Irak", afirmó Ahmad Sahhaf, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí, en un comunicado.
Sahhaf instó a la comunidad internacional a animar a todos los países con ciudadanos en el campo a "repatriarlos lo antes posible con el objetivo de cerrar finalmente el campo", ya que se ha convertido en un "epicentro peligroso".
En su intervención en la conferencia, el asesor iraquí de Seguridad Nacional, Qasim al-Araji, afirmó que Irak había recibido en las últimas semanas a 1.396 familias, 5.569 de sus ciudadanos, procedentes del campo de Hol. A pesar de los retornos, aproximadamente 25.000 iraquíes permanecen en el campo, lo que supone casi la mitad de la población del campo.
La población del campo, de 73.000 personas, se ha reducido, en gran parte porque se ha permitido a miles de sirios e iraquíes regresar a sus hogares. Otros países, sin embargo, se negaron a acoger a sus ciudadanos.
A principios de este mes, las Fuerzas de Autodefensa anunciaron que habían entregado a Bagdad a 50 mercenarios iraquíes del ISIS. También anunciaron que había devuelto a sus países a 170 iraquíes que vivían en el campo.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria lleva años pidiendo a los países que devuelvan a sus ciudadanos del campo.