Irán condena a muerte a tres kolbars

En Urmiye, tres kolbars kurdos, entre ellos un ciudadano kurdo del sur, fueron condenados a muerte por presuntamente espiar para Israel. También se les acusó de transportar armas que se utilizaron en un atentado contra un científico nuclear.

Un Tribunal Revolucionario iraní de Urmiye (Urmia) ha condenado a muerte a tres kurdos por espiar para Israel. Según la justicia del régimen, los acusados estaban acusados de ayudar al servicio secreto israelí Mossad, informó el miércoles la agencia de noticias iraní Fars. Se dice que ayudaron a transportar material que se utilizó en el asesinato del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh en 2020. La organización de derechos humanos Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) informó de que los tres hombres son kolbars.

Fakhrizadeh estaba considerado el «padre del programa nuclear iraní» y más recientemente fue jefe del departamento de investigación y desarrollo tecnológico del Ministerio de Defensa iraní, responsable del programa de misiles del país. El trasfondo de su asesinato es controvertido, pero según varios servicios de inteligencia, lo más probable es que el Mossad fuera el responsable del asesinato. Teherán afirma que las armas utilizadas en el atentado contra Fakhrizadeh fueron introducidas de contrabando en Irán en piezas sueltas, tanto por ciudadanos israelíes como iraníes. La justicia iraní supone que algunas de estas piezas individuales fueron transportadas por los acusados.

Los acusados son Edris Ali y Azad Shojae, de Serdeşt, y Rasoul Ahmad Mohammad, ciudadano de la Región del Kurdistán de Irak (KRI). Según información de KHRN, fueron detenidos en Serdeşt en julio de 2023 por agentes del Ministerio de Inteligencia iraní y recluidos inicialmente durante varios meses en un campo de internamiento en Urmiye antes de ser trasladados a la prisión central de la ciudad. Durante el juicio, habrían negado toda implicación en los presuntos hechos y acusado a las autoridades iraníes de haberles obligado a «confesar» bajo tortura. Se habían limitado a pasar de contrabando diversas mercancías a través de las fronteras de Irán e Irak, entre ellas alcohol.

Beber alcohol está prohibido por ley en Irán desde la Revolución Islámica de 1979. En 2018, en Irán se llegó a pedir la muerte de Kolbar mediante una fatwa. Según la KHRN, la acusación específica contra Edris Ali, Azad Shojae y Rasoul Ahmad Mohammad fue «importación de material de asesinato disfrazado de bebidas alcohólicas.» Según el grupo de derechos humanos con sede en Francia, ya se ha presentado un recurso contra la sentencia.