La formación política española Izquierda Unida ha condenado “enérgicamente” el ataque del ejército turco contra Rojava a través de un comunicado publicado en su página web.

Según reza la declaración, el partido considera que el presidente Erdogan pretende “ampliar a toda costa su zona de influencia en la región sin importarle las vidas que se puedan llevar por delante y la catástrofe humanitaria que generan, todo ello con la complicidad de los Estados Unidos” en lo que defiende que es un “intento de provocar un cambio demográfico en la zona, como ya realizó en la región siria de Afrín”.

Haciendo hincapié en esta cuestión, el grupo liderado por Alberto Garzón destaca como la población local de la región "integrada por diferentes grupos étnicos, culturales y religiosos, ha visto cómo se transfería población para generar una nueva mayoría más afín a los intereses de Erdogan y acabar así, como ocurre ahora, con la influencia de las organizaciones de izquierda tanto kurdas como de otros grupos que habitan estos territorios fronterizos".

Por último, insta al gobierno español y a la Unión Europea a condenar la agresión turca y poner fin a las “relaciones privilegiadas” que mantiene con Turquía. De la misma forma, denuncia la subordinación a EEUU y a las maniobras de Trump y defiende “trabajar para revertir esta situación, y apoyar una solución basada en el Derecho internacional y en el respeto al principio de soberanía de los pueblos”.