Hace tres años, el 10 de octubre de 2015, un ataque bomba en una movilización por la paz en Ankara mató a 103 personas y cientos resultaron heridas. El ataque tuvo lugar en un momento en que el presidente turco Tayyip Erdoğan estaba construyendo su régimen de un solo hombre. El 30 de octubre de 2014, el Consejo de Seguridad Nacional adoptó un plan para aplastar el movimiento de liberación kurdo. Una de las masacres resultantes fue el ataque a Pirs (Suruç), en el que 33 jóvenes fueron explotados por un terrorista suicida. Después de la revolución de Rojava y las exitosas elecciones del HDP el 7 de junio de 2015, Erdoğan envió varios ataques sangrientos al llamado Estado Islámico en el país.

La Sociedad de Comunidades del Kurdistán (KCK) ha escrito una declaración por los muertos del ataque bomba hace tres años en Ankara:

"Erdoğan y el AKP han entrado en una alianza sucia por temor a perder su poder. Esta alianza lleva cuatro años intentando extender su vida útil atacando a las fuerzas democráticas y al movimiento de liberación kurdo.

Durante cien años, los gobiernos se han negado a resolver la cuestión kurda y han recurrido a métodos fascistas para reprimir la lucha de liberación kurda y las fuerzas de la democracia. El gobierno del AKP también se basa en el fascismo para prevenir el desarrollo de la lucha de liberación kurda. El ataque del 10 de octubre de 2015 en Ankara y todos los otros ataques contra las fuerzas democráticas y el movimiento de liberación son una prueba de ello.

La masacre de Ankara fue dirigida contra la unión de las fuerzas democráticas de Turquía y la lucha por la democracia del pueblo kurdo. Para una democratización de Turquía y una solución a la cuestión kurda, Abdullah Öcalan había presentado previamente un proyecto de cooperación entre estas fuerzas. Esta cooperación se reflejó en las elecciones parlamentarias de junio de 2015, una parte importante de las fuerzas de la democracia de Turquía encontraron una representación parlamentaria. Tanto social como políticamente, esto sentó las bases para una nueva Turquía. Se han pasado cien años tratando de prevenir la unidad entre los kurdos y los pueblos de Turquía. Ahora se dieron pasos importantes en esta dirección. Los que se sintieron amenazados por esta unidad,

El gobierno del AKP ha formado alianzas con ISIS y al-Nusra contra las fuerzas de la libertad y la democracia en Siria y el Medio Oriente. Las mismas alianzas también se concluyeron para Turquía y el Kurdistán del Norte. Como estos contactos sucios en Kobanê costaron la vida a miles de personas, también condujeron a la muerte de cientos de personas patrióticas, democráticas y socialistas en Amed, Pirs y Ankara. Esto fue para evitar una unidad entre el pueblo kurdo y los pueblos de Turquía, que habrían iniciado una democratización.

Las personas que perdieron la vida en el ataque en Ankara fueron de gran importancia para los pueblos de Turquía y de gran valor para los kurdos. Estaban en contra de la guerra y exigían una solución democrática a la cuestión kurda.

Rendimos homenaje a los muertos de Ankara y damos nuestra palabra de que continuaremos la lucha por una Turquía democrática y un Kurdistán libre".