La crisis del agua en Irán deja al menos 5 muertos
Dos jóvenes asesinados a tiros durante la segunda noche de protestas por la escasez de agua en el suroeste de Irán. Irán se enfrenta a la peor sequía de los últimos 50 años.
Dos jóvenes asesinados a tiros durante la segunda noche de protestas por la escasez de agua en el suroeste de Irán. Irán se enfrenta a la peor sequía de los últimos 50 años.
Las protestas por la escasez de agua continúan en el suroeste de Irán. El país se enfrenta a la peor sequía de los últimos 50 años, y en varias ciudades y pueblos de la provincia de Juzestán han estallado protestas por esta crisis que ha afectado a los hogares, ha devastado la agricultura y la ganadería y ha provocado apagones.
La cifra de muertos en las protestas ha ascendido a cinco, ya que se prolongaron durante más de ocho días debido a los prolongados cortes de agua en la región. Mientras se intensificaban las protestas, especialmente en ciudades como Aligudarz, Hamidiye, Şadigan y Mahşehr, en la provincia de Juzestán, algunos testigos presenciales afirmaron que las fuerzas del orden intervinieron con dureza contra la gente llegando a disparar contra los ciudadanos.
Human Rights Watch ha señalado que las autoridades iraníes parecen haber hecho un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes en el suroeste de Irán y ha añadido que las autoridades deben investigar de forma transparente las muertes de al menos tres manifestantes y hacer rendir cuentas a los responsables. También que el gobierno debe abordar urgentemente los antiguos agravios relacionados con el acceso al agua en el país.
A principios de este mes, el presidente Hassan Rouhani declaró que la sequía no tenía precentes, y que las precipitaciones medias habían descendido un 52% en comparación con el año anterior.
El diputado por Juzestán Abdollah Izadpanah ha advertido que “la inseguridad de Juzestán supone una falta de seguridad para todo el país”.
Además, ha achacado la escasez de agua a “errores y decisiones injustificadas2, como la extracción de agua de los ríos de Juzestán a otras provincias, ha informado ISNA.
Este mes comenzaron los apagones en la capital, Teherán, y en otras grandes ciudades, y las autoridades lo achacaron a los efectos de la sequía en la generación de energía hidroeléctrica, así como al aumento de la demanda.
Los cortes de electricidad en los meses de verano no son infrecuentes en Irán, pero la continua sequía ha intensificado la situación.
En Juzestán vive una importante minoría árabe suní, que se ha quejado con frecuencia de la marginación en un Irán mayoritariamente chiíta.