La diputada Özdemir anuncia acciones legales por la prohibición de viajar a la Delegación de Paz

La presidenta de Die Linke en Hamburgo, Cansu Özdemir, contradice la explicación dada por la policía federal sobre su detención en el aeropuerto de Düsseldorf: “Habrá repercusiones legales, porque esta medida fue claramente ilegal”.

El sábado impidieron que la líder parlamentaria de Die Linke en Hamburgo, Cansu Özdemir, salir del aeropuerto de Düsseldorf en una Delegación de Paz al Kurdistán del Sur (Bashur). Además de los sindicatos, distintas iniciativas y la organización paraguas kurda KON-MED, el comité ejecutivo federal del partido Die Linke también ha exigido que las autoridades alemanas no se conviertan en secuaces de Erdogan.

El sábado por la noche, la policía federal emitió un comunicado de prensa en el que afirmaba que un grupo de 19 personas que querían viajar a Irak había sido detenido en el aeropuerto de Düsseldorf. Según la versión de la policía federal, en el grupo había ciudadanos alemanes, turcos y suizos: “También formaba parte del grupo una diputada del Parlamento de Hamburgo. La titular del mandato no se identificó inicialmente como diputada. Se le permitió seguir viajando. Como resultado de las entrevistas y revisiones, se prohibió a 15 personas salir de Irak durante un mes. A otras cuatro se les permitió salir del país. La base jurídica de las medidas son las regulaciones según la Ley de Pasaportes (§10), la Ley de Residencia (§46) y la Ley de Libertad de Movimiento. El proceso descrito no hace referencia expresamente a detenciones, sino a medidas en el marco de los interrogatorios de la policía de fronteras”.

Instrucciones desde arriba’

La diputada Cansu Özdemir, sin embargo, contradice esta explicación. Cuando se le preguntó, dijo a ANF: “Me presenté como diputada en cuanto nos rodearon. Los funcionarios no estaban interesados en ello. Les dije varias veces quién era. Me dijeron que no tenía ningún derecho especial. Les dije a los funcionarios que, por supuesto, no soy diferente de los demás, pero que iban a obstaculizar mi trabajo como parlamentaria. Se limitaron a reírse. Mi co-presidenta, Sabine Boeddinghaus, llamó al jefe de servicio y le pidió información sobre la legalidad de todo aquello. Siguieron reteniéndome. Entonces recurrí a mi abogado. Él también habló con el jefe de servicio y pidió que se pusiera fin a aquella medida. Aún así, me llamaron para interrogarme. Dije que quería que se pusiera fin a aquella medida y que compareciera el jefe de servicio. Le llamaron, vino y dijo: ‘lo estudiaremos y luego pondremos fin a la medida’. Eso fue después de unas cuatro horas. No me prohibieron salir del país, pero ya había perdido dos vuelos”.

Cansu Özdemir opina que toda la acción estaba planeada con el fin de impedir el viaje. “Nos fotografiaron ya en el vestíbulo del aeropuerto y nos siguieron, literalmente. De camino a la puerta de embarque, tras pasar el control, nos rodearon y nos obligaron a apartarnos exigiéndonos que entregáramos nuestros pasaportes”.

Los miembros de la delegación estuvieron retenidos durante horas en un pasillo sin ventanas ni agua y sin la posibilidad de respetar la regla de la distancia social como prescribe el reglamento sobre el coronavirus. “Durante este tiempo, nuestras maletas fueron descargadas del avión. Estaba claro desde el principio que no nos dejarían ir. Algunos funcionarios querían prohibirnos la comunicación entre nosotros. Cuando pregunté por la base legal de esta acción, se limitaron a decir que era un ‘consejo político’ y que ‘la instrucción viene de arriba’”.

Sólo después de muchas horas se notificó a los miembros de la delegación la prohibición de viajar, alegando que el viaje previsto tendría un impacto negativo en las relaciones germano-turcas.

Cansu Özdemir ha anunciado acciones legales: “Habrá repercusiones legales porque esta medida fue claramente ilegal. En los próximos días discutiremos con los abogados cómo vamos a proceder”.