La gente de Afrin se esta yendo a Shehba debido a las atrocidades de los invasores

El ejército turco invasor y sus bandas aliadas aumentan sus prácticas atroces todos los días. Los residentes de Afrin no pueden tolerar las atrocidades y están dejando la ciudad para cruzar a Shehba.

El ejército turco invasor y sus bandas aliadas continúan -y acrecientan- sus prácticas inhumanas contra civiles: masacres, secuestros, saqueos, robos e incendios de tierras cultivadas.

Las personas que se quedaron en Afrin ahora están migrando a Shehba para mantener su dignidad y evitar el terrorismo y las prácticas inhumanas. Según las familias que llegan a Shehba, la vida en los campamentos es difícil, pero es más difícil vivir bajo las atrocidades que cometen día a día los mercenarios y el ejército turco invasor.

L.F., uno de los miles de residentes de Afrin que huyeron de la tiranía de los invasores, habló con ANHA sobre su experiencia y sobre cómo lograron salir de Afrin.

L.F. de 50 años llegó al Campo de la Resistencia de la Era hace 3 días: "Después de los ataques del Estado turco y la invasión de Afrin, nos fuimos y nos establecimos en la región de Shehba. Nos quedamos allí durante 45 días, pero luego volvimos a Afrin porque somos leales a nuestras tierras, y creímos en las afirmaciones fraudulentas del estado turco.

Después de que volvimos, vimos que nada era como pensábamos. Afrin había sido saqueada y estaba en ruinas. Todas las casas y tiendas habían sido saqueadas por los soldados turcos y sus mercenarios. Cuando llegué a mi casa, vi que mi generador y mi tractor habían sido robados. Las afirmaciones de que Afrin es mejor que antes es una mentira. La verdad es que, después de la invasión, la vida en Afrin se ha convertido en un infierno".

L.F. dijo que las leyes que el estado turco ha impuesto a los lugareños son intolerables, que las personas no pueden ir a sus campos para trabajar sin permiso, y que con frecuencia se les niega el permiso: "Debes obtener permiso incluso para visitar a familiares en un pueblo cercano. Los invasores turcos están forzando prohibiciones inhumanas sobre la gente de Afrin".

L.F. continuó diciendo que los soldados turcos y sus bandas con frecuencia asaltaban su casa y que también les robaban su dinero y propiedades.

L.F. expresó que no puede aceptar la vida infernal en Afrin, que se sentía como un extraño en sus propias tierras y por eso decidió irse: "Dejamos a Afrin para resistir hasta que Afrin sea libre y viva una vida digna. Después de dos días en el camino, mi esposa y yo llegamos a Shehba. Ahora vivimos en el Campamento de la Resistencia de la Era con nuestro hijo".

L.F. dijo que las afirmaciones del estado turco sobre Afrin no deberían engañar a nadie y subrayó que resistirán hasta que estén libres del terror.