La policía turca continúa secuestrando y torturando a jóvenes del HDP

El HDP expone secuestros y torturas rutinarios contra integrantes de la Asamblea de la Juventud.

Feleknas Uca y Hişyar Özsoy, co-portavoces de Asuntos Exteriores del HDP, han emitido una declaración escrita para llamar la atención sobre las políticas de intimidación dirigidas contra la Asamblea de la Juventud del HDP y llevadas a cabo por la policía, que criminalizan a los miembros más jóvenes y sus actividades.

Tras el escandaloso secuestro policial de la Sra. Hatice Büşra Kuyun, miembro de la asamblea juvenil del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), en la provincia de Van el 11 de mayo de 2020, varios integrantes de la asamblea han sido igualmente secuestrados a plena luz del día, intimidados, amenazados y torturados.

El HDP ha declarado: “Como un nuevo tipo de delito, la inteligencia turca o la policía antiterrorista han estado obligando a los jóvenes que secuestran a detener sus actividades políticas y a convertirse en informantes”.

El testimonio de tres jóvenes secuestrados revela las condiciones de terror bajo las que desempeñan las actividades políticas del HDP.

Serhat Aktumur, miembro de la Junta Ejecutiva Central y co-presidente de la Asamblea de la Juventud:

“El 18 de septiembre de 2020, después de bajarme de un minibús en el cruce de la carretera de Kantar en Diyarbakir alrededor de las 15:00 horas, alguien se interpuso en mi camino y dijo que quería ‘charlar’ conmigo.

Esta persona, a la que le pedí que se identificara, me mostró una identificación con el logo del MIT (Agencia Nacional de Inteligencia). Le dije que no tenía nada de lo que hablar y que si había algo, podía iniciar el procedimiento en la comisaría.

Entonces, me golpearon entre tres y me metieron en un coche. Me resistí y grité que me secuestraban para que la gente de alrededor me ayudara. Fui golpeado, insultado y amenazado en el camino. Primero me llevaron al cruce de carreteras de Diclekent-Köprülü, y luego a las afueras de la ciudad. El coche se detuvo en el centro comercial Ninova, y entró alguien más. Mientras, y con el coche abierto, intenté saltar. Pero me agarraron.

Amenazaron a mi familia. Dijeron: 'Te dispararemos en la cabeza'. Me amenazaron diciendo: El director de nuestro Centro Antiterrorista (TEM) está muy molesto contigo; te damos la bienvenida en el TEM, te acogeremos muy bien'. Finalmente, me llevaron al bosque de la ciudad de Diyarbakır. Cuando salí del coche, me taparon los ojos para que no pudiera ver la matrícula. Amenazaron con matar a mi familia y a mí si presentaba una denuncia a través de la Organización de Derechos Humanos.

Me amenazaron diciendo: 'Somos el Estado, somos la policía, somos el nivel más alto, cumplimos con lo que decimos'. Les dije: 'No les tengo miedo, y no responderé a ninguna pregunta que me hagan'. Cada vez que decía esto, la violencia aumentaba.

La persona que decía ser el inspector Nihat salió del coche conmigo. Me amenazó: 'Si te das la vuelta, te volaremos la cabeza'. Le dije: 'Iré a comisaría mañana con mi abogado'. Me dijeron: 'Cuando vengas, dices que quieres ver al inspector Nihat.

Cuando llegué a casa, recibí una llamada telefónica. Era el inspector Nihat diciéndome: Llámame a este número, iré a verte cuando estés en comisaría mañana'”.

Özer Yıldırım, activo en la Asamblea de Juventud del HDP entre 2018 y 2019:

"El 22 de agosto, a eso de las 6 de la tarde, 3 policías me detuvieron y revisaron mis antecedentes penales en el barrio de Fatih, en el distrito Sultanbeyli en Estambul. En ese momento me dijeron: 'Sube al coche o tomaremos medidas'.

Yo no quería subir al coche, así que me obligaron. Al cabo de unas horas de conducción, me cambiaron de coche. Me dijeron: 'Trabaja con nosotros, somos tus hermanos, ayúdanos'. Yo dije que no sabía nada. Entonces, entraron otras personas en el coche.

Cuando me negué a trabajar con ellos, empezaron a golpearme. Cuanto más decía que no quería, más aumentaban la dosis de tortura. Me apuntaron con un arma a la cabeza y dijeron: 'Te mataremos aquí y nadie se enterará'. Me sometieron a todo tipo de juramentos e insultos. Me ofrecieron dinero mensual para volver a trabajar con los jóvenes en el partido y darles información. Cuando me negué, fui sometido nuevamente a tortura. Finalmente, uno de ellos dijo: Llévenselo, mátenlo y entierren su cuerpo en algún lugar'.

Estaba tan asustado; pensé que me matarían. Para deshacerme de ellos dije que trabajaría con ellos. Me dejaron en algún sitio y me dijeron: 'Vete a casa, di que te has peleado con alguien y que no lo conoces'. Me confiscaron el carné de identidad. Dijeron: 'Te lo daremos cuando te volvamos a ver'. También me dieron 100 liras turcas para que cogiera un taxi. Fui a casa y se le conté todo a mi familia y a mi partido”.

Cihan Çitgez, del HDP en el distrito de Sultangazi en Estambul:

“Unos secretas me secuestraron el 24 de agosto de 2020 a las 17:20 horas. Me vendaron los ojos y me llevaron en un coche durante una hora y media. Luego me hicieron esperar en un lugar durante 30 minutos. Cuando pregunté quiénes eran y a dónde me llevaban, la respuesta fue 'estos hermanos te llevarán ahora y te enterrarán'.

Me golpearon, insultaron y amenazaron. Luego me patearon y golpearon en un coche estilo VIP. Me llevaron a un bosque desolado y me ofrecieron trabajar para ellos. No acepté. Me dijeron: 'Puedes hacer lo que quieras, quemar un taller, un coche... pero háznoslo saber. Entonces no te haremos nada'. Cuando insistí en que no aceptaba, dijeron que me secuestrarían de nuevo, que me acosarían”.

Otros secuestros

Feleknas Uca y Hişyar Özsoy han dicho que “ha habido otros secuestros. En abril, Musa Taştan (17) fue secuestrado por la policía y sometido a torturas y amenazas en Arnavutköy, en Estambul. Fue obligado a convertirse en informante. Cuando se negó, amenazaron con hacer daño a su familia; el chantaje y las amenazas continuaron durante tres meses.

El 12 de agosto, Muhammed Mahmut İlhan fue secuestrado en la provincia de Ağrı y obligado a convertirse en informante. Del mismo modo, cuando se negó, los secuestradores amenazaron con hacer daño a su familia. En agosto, Lider Polat, otro joven miembro de la asamblea, fue secuestrado en el barrio de Soğanlı de Kartal, en Estambul. 6 policías lo golpearon en un coche con los ojos vendados y las manos esposadas por detrás. Después de 2 horas de conducción, fue torturado desnudo durante 5 horas. Su mochila, tarjetas bancarias y cartera fueron confiscados”.

Estos casos, han dicho los dos ejecutivos de HDP, “muestran un patrón claro de actividad criminal por parte de la policía turca: secuestro, intimidación y la obligación de convertirse en informantes. Cuando rehúsan, suben el nivel de intimidación y tortura. Sabemos que la agenda de Turquía siempre está muy cargada, pero quisiéramos que la comunidad internacional, las organizaciones de derechos humanos, las organizaciones juveniles y todas las personas e instituciones relacionadas con la policía, la tortura y el estado de derecho prestaran atención a la cuestión de los secuestros en general y los de los jóvenes miembros del HDP en particular. Lamentablemente, los secuestros se están convirtiendo de nuevo en una práctica policial rutinaria bajo el estado de emergencia permanente de facto en el que vivimos en Turquía”.