Según el Comité Parlamentario Iraquí de Agricultura, Agua y Pantanos, la escasez de agua y el calor amenazan a grandes zonas del país. En Irak, 32 millones de hectáreas de tierra se utilizan para la agricultura, y 100.000 hectáreas se secan y quedan inutilizables cada año.
Ali al-Budairi, miembro del Comité, explicó que la sequía y el aumento de las temperaturas son una grave amenaza para la agricultura. Las zonas verdes del país se están convirtiendo cada vez más en zonas desérticas, advirtió el parlamentario y señaló que la escasez de agua se debatirá más en los próximos días. En Irak, dijo, la agricultura sigue recurriendo a métodos tradicionales que distan mucho de utilizar de forma económica los recursos hídricos. Actualmente se está trabajando en la construcción de nuevas presas para disponer de reservas de agua en caso de sequía.
La agricultura iraquí depende principalmente del agua de los ríos Éufrates y Tigris. Su caudal está regulado por Turquía y se utiliza como instrumento de guerra, especialmente en el norte de Siria. En Irak, además del bloqueo por parte de Turquía, la falta de precipitaciones se considera la principal causa de la amenazante desecación del suelo.