Decenas de presos, familiares de mártires y veteranos se reunieron en el campo de Serdem, en el cantón de Shehba, para saludar la resistencia en huelga de hambre de los presos en las cárceles del Estado turco fascista.
La declaración fue leída por el profesor Avdar Elo y el miembro del Comité de Veteranos de Guerra Gîvara Şoreş.
La declaración decía que el Estado turco abrazaba la resistencia de la huelga de hambre de los presos en las cárceles, y denunciaba que la represión y las prácticas inhumanas se llevaban a cabo contra los presos. Al mismo tiempo, la declaración señaló que el silencio de las organizaciones internacionales y de Amnistía Internacional dio luz verde al fascismo turco para aumentar la represión de los presos.
La declaración continuaba: "Nuestros hijos han sido detenidos por sus pensamientos. Nunca han participado en actos de violencia y nunca han llamado a la violencia. Sólo han reclamado nuestros legítimos derechos". El fascismo también aduce este motivo para su detención. Los mantiene en celdas que los aíslan del mundo exterior y los tortura física y psicológicamente. Turquía los mantiene en celdas de aislamiento durante mucho tiempo. Nuestros hijos iniciaron una huelga de hambre hace unos meses. Dijeron con esta acción que no se doblegarían ante el fascismo turco".
El comunicado hace un llamamiento a Amnistía Internacional para que impida las prácticas brutales del Estado fascista turco y sus mercenarios en las cárceles, y añade: "La tortura y los malos tratos a los presos deben terminar y se les debe permitir reunirse con sus familias lo antes posible. Los presos que se declaran en huelga de hambre deben ser examinados por equipos sanitarios. Deben establecerse misiones de supervisión independientes que visiten la prisión. También pedimos al Consejo Internacional de Seguridad y a la Organización de Derechos Humanos que liberen al líder Abdullah Öcalan".