Portavoz de KCK refuta afirmaciones de que Maher al-Assad fue anfitrión de Qandil

El PKK niega cualquier presencia en Siria, insta a poner fin a la intervención extranjera y advierte de las actividades militares de Turquía cerca de Mosul.

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha negado categóricamente las acusaciones de que Maher al-Assad, hermano del ex dictador sirio Bashar al-Assad y jefe de la Cuarta División, se esconde en las montañas Qandil de Irak, bajo el control del PKK. En declaraciones exclusivas a  The New Arab, Zagros Hiwa, portavoz de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), ha rechazado las acusaciones calificándolas de "infundadas y con motivaciones políticas".

"Estas afirmaciones forman parte de una operación de guerra psicológica contra el Movimiento por la Libertad del Kurdistán", afirmó Hiwa. "Niego categóricamente la información sobre la presencia de ex autoridades del gobierno sirio en las zonas de defensa de Medya (zonas controladas por la guerrilla en el norte de Irak)".

Las acusaciones, publicadas por primera vez por el medio saudí  Al-Hadath, sostienen que Maher al-Assad y el exjefe de la Oficina de Seguridad Nacional siria Ali Mamlouk, se reunieron con oficiales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) y agentes de Hezbolá en Qandil. Tanto el PKK como funcionarios kurdos de la región, rechazaron las acusaciones, calificándolas de "inventos".

Hiwa también destacó la inverosimilitud logística de las acusaciones. "Las zonas de defensa de Medya no tienen aeropuertos y están a cientos de kilómetros de Damasco. Las fronteras entre Siria e Irak están fuertemente fortificadas por el KDP y las fuerzas iraquíes, bajo vigilancia constante por parte de la coalición anti-ISIS", dijo. "Los ex funcionarios del partido Baaz sirio no podían simplemente caminar o volar a Qandil sin ser detectados".

"Nuestras relaciones políticas con el régimen sirio terminaron hace mucho tiempo", subrayó Hiwa y agregó que "Muchos de nuestros dirigentes fueron detenidos por el régimen sirio y entregados a Turquía, donde siguen encarcelados".

El gobierno iraquí y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) también rechazaron rotundamente las acusaciones. El general de brigada Muqdad Miri, portavoz del Ministerio del Interior iraquí, calificó las acusaciones de "totalmente infundadas" e instó a los medios de comunicación a confiar en fuentes creíbles.

Saadi Ahmed Pira, portavoz de la UPK, se hizo eco de estos dichos. "La UPK respeta las leyes iraquíes y nunca acogería a figuras como Maher al-Assad", dijo Pira a  TNA  la semana pasada. "Estas afirmaciones son ridículas y probablemente estén motivadas por incentivos financieros para difamar a nuestro partido".

Hiwa afirmó que Turquía, con el apoyo del PDK, ha ampliado su influencia en el norte de Irak, anexionándose territorio kurdo y estableciendo puestos militares cerca de Mosul. Advirtió de consecuencias geopolíticas más amplias.

"Si se presenta un escenario sombrío para Irak, depende del eje AKP-KDP-ISIS. Turquía ya ha desplegado miles de combatientes yihadistas y ha reforzado su presencia militar en el norte de Irak", afirmó. "Creo que están esperando la luz verde de quienes le dieron luz verde a HTS. La mejor manera que tienen las autoridades iraquíes de evitar este escenario es abolir el acuerdo de capitulación que se firmó con Erdogan el 22 de abril de este año", agrego el representante de la KCK.

Hiwa criticó las acciones de Turquía y acusó a Ankara de explotar la retórica de la paz para enmascarar políticas agresivas: "Turquía utiliza la retórica de la paz como una herramienta para la guerra psicológica mientras libra una guerra de genocidio político y cultural contra los kurdos", dijo. "Ellos bombardean el norte de Irak y Siria diariamente, matando civiles y atacando áreas kurdas con armas químicas".

"No tenemos una presencia activa en Siria en este momento. Encabezamos la lucha contra el DAESH y ayudamos a los kurdos y a otros pueblos de Siria a derrotar a este grupo terrorista respaldado por Turquía", subrayó. "Con la nueva realidad en Siria, creemos que toda intervención extranjera debe terminar y que la integridad territorial y la unidad de Siria deben ser respetadas. Apoyamos un modelo en el que todos los pueblos puedan vivir juntos en paz sobre la base de un autogobierno democrático para todos los grupos religiosos y étnicos".

Hiwa destacó la importancia de una solución democrática a los conflictos regionales. "Los pueblos de Siria han sufrido el nacionalismo y el sectarismo. Abogamos por un modelo democrático en el que todos los grupos étnicos y religiosos puedan coexistir y reconstruir el país juntos", afirmó.

En cuanto a Irán, Hiwa pidió reformas sistémicas y rechazó la intervención extranjera como solución. "El único camino viable es la democratización, el cierre de las prisiones, la abolición de la pena capital y la liberación de los presos políticos", añadió finalmente.