Imret comparte los resultados de las conversaciones con funcionarios alemanes
Leyla Imret, del Partido DEM, afirma que las autoridades alemanas apoyan el proceso y podrían actuar como observadores si se les solicita.
Leyla Imret, del Partido DEM, afirma que las autoridades alemanas apoyan el proceso y podrían actuar como observadores si se les solicita.
Leyla Imret, co-representante del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM) en Alemania y miembro de la delegación que se reunió con las autoridades alemanas la semana pasada, afirmó que las reuniones fueron muy positivas.
Tuncer Bakırhan, co-presidente del Partido DEM, mantuvo varias reuniones en Alemania y el Reino Unido la semana pasada. La delegación, encabezada por Bakırhan, se reunió en Berlín con representantes de fundaciones políticas afiliadas a partidos alemanes, organizaciones de la sociedad civil, representantes de partidos políticos y representantes del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores, incluyendo asesores de alto nivel. Además de celebrar un panel público y dos reuniones comunitarias en Berlín, Bakırhan estuvo acompañado por la co-representante de Alemania, Leyla Imret, quien respondió a las preguntas de ANF sobre las reuniones.
¿Podría compartir algunos detalles sobre las reuniones y encuentros en Berlín?
Un nuevo gobierno ha asumido recientemente sus funciones en Alemania. Nuestro objetivo era fortalecer nuestras relaciones con la administración recién elegida y compartir información sobre el proceso histórico que estamos viviendo. También mantuvimos reuniones con nuestros partidos hermanos, fundaciones de la sociedad civil y, especialmente, con nuestra comunidad en Berlín. El objetivo era claro: este proceso, iniciado por Abdullah Öcalan, es una iniciativa de la sociedad democrática, un proyecto para construir una sociedad democrática. La intención era tanto explicar esta iniciativa como garantizar la concienciación y la participación pública. Paralelamente, mantuvimos reuniones diplomáticas para comunicar estos avances.
¿Qué temas se destacaron durante las reuniones? ¿Cómo abordaron el proceso sus homólogos?
En general, su enfoque fue positivo. Expresaron su apoyo al proceso iniciado por el Sr. Öcalan. En particular, respecto al llamamiento del 27 de febrero, afirmaron: “Lo seguimos con atención y aprecio”. Durante los últimos diez años, el Estado turco ha librado una intensa guerra contra el pueblo kurdo y, en especial, contra nuestro partido político. Se han producido arrestos masivos, el nombramiento de fideicomisarios gubernamentales y prácticas arbitrarias y antidemocráticas. A pesar de todo esto, nos dijeron: “Están extendiendo la mano por la paz. Hasta ahora, la parte kurda ha dado pasos muy significativos. ¿Cuál es el propósito de esto?” Intentaban comprender. También surgieron preguntas como: “¿Hay algo oculto? ¿Ya se ha establecido la paz? ¿Existe suficiente confianza para justificar estos pasos?” Aun así, aplaudieron y dieron la bienvenida al proceso. De hecho, todos nuestros homólogos, desde partidos políticos hasta representantes del gobierno, incluyendo funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, ya habían emitido una declaración pública tras el llamamiento de Öcalan el 27 de febrero y reiteraron su apoyo durante nuestras reuniones. Dijeron: “Recibimos con agrado este llamamiento y, si podemos desempeñar algún papel, estamos dispuestos a asumir la responsabilidad”. Lo repitieron varias veces en nuestras conversaciones. También nos preguntaron directamente: “¿Existe alguna solicitud para un mecanismo de supervisión independiente? Si alguna de las partes la solicita, estamos dispuestos a participar como observadores”.
¿Expresaron su disposición a observar o monitorear el proceso?
Sí. Afirmaron que si una solicitud provenía del Movimiento de Liberación Kurda o del gobierno turco, la aceptarían. Dijeron: “Estamos listos”.
¿Fue esta propuesta presentada por el gobierno?
Sí, también fue una propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores, por lo que podemos decir que refleja la postura del gobierno. Los demás partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil con los que nos reunimos también nos transmitieron esta propuesta. Explicamos que se están dando pasos para el establecimiento de una comisión parlamentaria en Turquía, y que dicha comisión debería asumir la responsabilidad legal y constitucional de supervisar y guiar los cambios necesarios. Al mismo tiempo, tomamos nota de su oferta y reconocimos que, si ambas partes están de acuerdo, ya existe interés internacional en desempeñar dicho papel.
Por supuesto, también teníamos preguntas. Comunicamos a los partidos políticos y a los funcionarios gubernamentales con los que nos reunimos que Alemania podría revisar su política interna hacia los kurdos. Recalcamos que poner fin a la criminalización del pueblo kurdo que vive en Alemania contribuiría significativamente al proceso y contribuiría a sus objetivos.
¿Qué dijeron sus homólogos sobre el tema de la criminalización?
Diputados de Die Linke habían presentado previamente una pregunta parlamentaria al Bundestag sobre este asunto. Durante nuestra reunión, dijeron que no estaba en su agenda, pero que supervisarían su desarrollo e implementación. Alemania y Turquía tienen una relación larga e históricamente arraigada. Cualquier cambio político en Turquía repercute también aquí. Por ello, la conclusión que sacamos de nuestras reuniones es que esta política podría tardar un tiempo en cambiar. Aun así, el ambiente general fue positivo.
También celebraron dos reuniones comunitarias en Berlín. ¿Cómo respondió la comunidad al proceso? ¿Qué tipo de preguntas se plantearon?
Naturalmente, la comunidad quiere comprender el proceso. La gente confía en sí misma, en su movimiento y en su líder (Abdullah Öcalan), pero aún quedan muchas preguntas sin respuesta, lo cual es totalmente comprensible. Durante cien años, el pueblo kurdo y la comunidad aleví han sido sometidos a políticas de violencia y masacres. El gobierno no ha tomado medidas concretas que satisfagan a la sociedad. La gente exige la libertad física del Sr. Öcalan. Piden la liberación de los presos y esperan reformas legales y constitucionales. Este es el tipo de preguntas que se plantean. Para creer en la sinceridad del gobierno, la gente exige medidas prácticas. Por un lado, hay conversaciones en curso; por otro, la gente se pregunta: ¿por qué hay ataques contra la guerrilla? ¿Está Erdoğan abordando este proceso de forma positiva o negativa? Estas son las preocupaciones a las que quieren respuestas.