Las farmacias de campaña en las zonas afectadas por el terremoto están cerrando

Los cierres de las que se abrieron tras el terremoto del 6 de febrero se debe a la falta de apoyo del gobierno.

Las farmacias de campaña, donde cerca de 4.500 farmacéuticos voluntarios han estado sirviendo desde el primer día de los terremotos de febrero, están cerrando porque no pueden asumir la carga financiera de sus actividades.

Hasta hace poco, recibían apoyo médico de farmacéuticos que suministraban medicamentos de sus propias existencias y donaciones del sector privado y de particulares.

En el período siguiente, el Ministro de Salud, Fahrettin Koca, presentó el trabajo voluntario de los farmacéuticos como un servicio de su ministerio. En marzo, los voluntarios del campo revelaron a la prensa y al público que habían pagado a la Media Luna Roja Turca (Kızılay) por las tiendas de campaña que usaban como farmacias y agregaron que no recibieron ningún apoyo ministerial.

El Ministerio eliminó la tarifa de examen y la parte del paciente para que las personas que viven en las zonas del terremoto pudieran beneficiarse de los servicios de salud sin pagar ninguna tarifa, pero no brindó apoyo médico directo a las farmacias de campo. Los farmacéuticos mantuvieron farmacias con la ayuda de otros colegas que suministraron medicamentos de sus propias existencias y donaciones del sector privado y de particulares.

Mientras que algunos de los farmacéuticos que trabajaban en las zonas afectadas decidieron retirarse del campo tras la reapertura de las farmacias dañadas por los terremotos, otros decidieron retirarse porque no pueden asumir la carga financiera de sus actividades sin el apoyo constante del ministerio.

44 farmacéuticos perdieron la vida y más de 1.200 farmacias quedaron inoperativas tras los dos grandes terremotos que azotaron 11 provincias el 6 de febrero.

En los primeros días del terremoto, los farmacéuticos constituyeron el grupo de rescatistas más organizado que llegó a la región de la manera más rápida. Solo cuatro días después de los terremotos, la Cámara de Farmacéuticos de Estambul proporcionó medicamentos y suministros médicos por valor de 10 millones a la zona del terremoto, y el 27 de febrero se establecieron 26 farmacias de campo en 10 provincias, solo tres semanas después de los devastadores terremotos.

Los farmacéuticos voluntarios y las donaciones de medicamentos ayudaron significativamente a los sobrevivientes a acceder a medicamentos en la zona del terremoto.